Redacción/De Peso
HOMÚN, Yucatán.- Los cenotes de los paradores turísticos de Homún son factores de riesgo para el desequilibrio ecológico o daño a los recursos naturales, y ante esta ilegalidad, los inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acudieron a aplicar la clausura temporal de actividades, hasta que los responsables presentaran los documentos oficiales de la Semarnat que avalen los cambios que generan esos riesgos.
Sin embargo, como informamos ayer, cuando los funcionarios públicos realizaban su trabajo, un grupo de habitantes de esa localidad que participaban en una marcha pacífica apoyada por el grupo «Indignación», se salió de control y secuestró por varias horas a inspectores de la Profepa que habían clausurado los paradores turísticos, y luego de algunos golpes y jaloneos los dejaron ir, no sin antes amenazarlos para que retiraran los sellos de clausura.
En un comunicado que emitió ayer a nivel nacional, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente confirmó que personal de su Delegación en el estado de Yucatán que realizaban una inspección en materia de impacto ambiental, en atención a una denuncia ciudadana por la realización de obras y actividades sin autorización federal, fueron retenidos por prestadores de servicios turísticos en los cenotes del municipio de Homún, y tras cerca de tres horas de estar privados de la libertad, fueron liberados.
Los inspectores acudieron este viernes 21 de septiembre a revisar el cumplimiento de las disposiciones ambientales por las obras y actividades denunciadas, y al momento de detectar que no se contaba con la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), para realizar las obras y actividades detectas, se procedió a realizar la clausura correspondiente.
Lo anterior, con fundamento en el artículo 170 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), al existir un riesgo inminente de desequilibrio ecológico, o de daño o deterioro a los recursos naturales.
Durante la diligencia de inspección, pobladores del municipio de Homún en desacuerdo con la clausura, acorralaron a los inspectores actuantes y los privaron de su libertad, reteniéndolos durante algunas horas, y liberándolos más tarde, tras condicionarlos al retiro de los sellos de clausura previamente impuestos.
Cabe señalar que la denuncia popular, además de ser una obligación de la Profepa, dicha institución privilegia su atención, ya que es un instrumento en el que el ciudadano coadyuva en aquellos casos que no son evidentes para la autoridad, para su revisión y atención.
La denuncia popular es un instrumento considerado en la LGEEPA, pudiendo toda persona, grupo social u organización presentar ante la Profepa actos u omisiones que produzcan o puedan producir desequilibrio ecológico o daños al ambiente, a los recursos naturales, o que contravengan las disposiciones que regulen materiales relacionadas con la protección al ambiente, la preservación y restauración del equilibrio ecológico.