Una mujer acudió a casa de su tío, un abuelito de 87 años, pero la alegría diaria de visitarlo y estar con él se volvió tristeza y sorpresa, pues no solo lo halló muerto sino ahorcado.
El anciano se quitó la vida colgado del tubo de la regadera de un baño en su predio en Muna.
La mujer le había llevado un desayuno.
Al parecer su mal estado de salud y ciertas dificultades físicas, entre ellas la pérdida de visión, orillaron al hombre a cometer el suicidio.
(Foto de contexto SIPSE)