Ayer se armó un verdadero pleito entre habitantes del puerto de San Crisanto y una pareja de norteamericanos de la tercera edad que tienen su vivienda ahí, pues no se les permitió el paso a la comunidad debido a que días antes acababan de regresar de los Estados Unidos, en donde la pandemia de coronavirus es aún peor que en México.
Incluso, los extranjeros solicitaron un amparo para poder acceder a su vivienda en ese puerto, llevando consigo a una representante legal, pero eso tampoco funcionó para que la autoridad aceptara su ingreso, pues se aclaró que el cerco instalado en la entrada de San Crisanto es comunitario, es decir, de los mismos habitantes.
La comisaria de San Crisanto, Martina Chuc Rosado, dio anoche un informe cronológico de cómo sucedieron los hechos, mismos que iniciaron desde los primeros días de abril, cuando los señores Ronald «N» y Reaenn «N» salieron de ese puerto para dirigirse a Estados Unidos pues, por desgracia, una hija suya falleció.
Se explicó que la comisaria informó a los extranjeros, a través de un empleado suyo llamado Luis «N» (porque ellos sólo hablan inglés), que si salían con dirección a Norteamérica no podrían regresar hasta que acabe la contingencia del coronavirus, por la gravedad de éste en la Unión Americana, y según el empleado de los señores, éstos fueron enterados y aceptaron.
Sin embargo, el pasado viernes 1 de mayo, cuando ya estaba instalado el cerco comunitario en esta comisaría de Sinanché, uno de los empleados de la pareja pidió a Chuc Rosado que dejara entrar al puerto a los extranjeros, pues ya habían regresado de los Estados Unidos, a lo cual ella se negó porque supuestamente ya había un acuerdo previo, y porque no se arriesgaría a los habitantes del lugar, a lo que el empleado agregó que él “se hacía responsable”.
El tal Luis también habló con la comisaria, pero ésta le insistió en que no se les dejaría pasar por la gravedad de la situación, y esa persona dijo que hablaría con las personas del filtro para que les dieran acceso. Se dijo que accedieron al principio, pero luego platicaron con Chuc Rosado, quien dio indicaciones de que no se les permitiera la entrada a San Crisanto.
El sábado a las 11 de la noche, una abogada que dijo ser representante de un Juzgado de Distrito, quien llevaba en mano un amparo otorgado por un Juez Federal, se presentó a la comisaría diciendo que se debía permitir el acceso de los extranjeros a su vivienda, y ayer domingo por la mañana inició el enfrentamiento.
Ocurrió que los extranjeros llegaron en un vehículo acompañados de una mujer que se identificó como Vineth «N» que insistió en que la pareja de norteamericanos debía ingresar a San Crisanto. Se pidió entonces el apoyo del Alcalde de Sinanché, y tras dialogar con esas personas y las del filtro se acordó que los esposos gabachos deberían hacerse pruebas y acreditar que no son portadores del coronavirus, lo cual presuntamente aceptaron.
Una hora más tarde regresaron los extranjeros, se bajaron del vehículo que conducía Vineth, e intentaron entrar caminando a la comunidad, violentando el acuerdo verbal que ya se había tomado previamente, y los habitantes de San Crisanto les negaron el paso, iniciando un enfrentamiento verbal.
Incluso, llegó la Policía y la representante de los extranjeros exigió a los agentes que retiraran el cerco, pero éstos le aclararon que su labor era vigilar que no ocurriera un enfrentamiento.
“Al final se presentó la Policía del Estado para dialogar con los extranjeros, y la comunidad fue muy clara desde el principio: que acrediten su inocuidad al coronavirus en virtud de su estancia en Estados Unidos y pasan. Si no, que cuarentenen en donde quieran, pero no entran a San Crisanto.
«Se les permitió ir por su perro, y se retiraron de la comunidad con el compromiso de hacer su prueba y de resultar negativa pueden regresar a su casa”, concluye el comunicado de la comisaría del lugar.
