Con el pretexto de ejercer el oficio más antiguo del mundo, algunas sexoservidoras ahora transportan y venden drogas entre sus clientes y antros del Centro, como fue el caso de Silvia Aracelly A.A., que fue detenida, imputada y vinculada a proceso, junto con un sujeto, por delitos contra la salud.
Esta mujer, fue sentenciada a dos años de cárcel en marzo de 2017 por robo a comercio y compurgó la condena, pagando una cantidad de dinero.
En febrero de ese mismo año, fue detenida y puesta a disposición del juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero, luego de ser detenida vendiendo cocaína a trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, cerca de una planta termoeléctrica.
Ahora que también se dedica a la prostitución, el juez de control Santos Alfredo May Tinal la imputó por el delito contra la salud en su modalidad de narcomenudeo en la variante de posesión con fines de comercio de los narcóticos denominados cocaína y marihuana.
Su coacusado, Sixto José S. R., enfrenta el delito contra la salud en su modalidad de narcomenudeo en la variante de posesión simple del los narcóticos denominados cocaína y metanfetamina.
Cabe mencionar que se decretó como ilegal su detención, pues cada uno cuenta con abogados particulares.
Como medidas cautelares, tendrán que firmar cada principio de mes; no salir del Estado, y someterse a vigilancia.
Los hechos
El 23 de enero, aproximadamente a las 00:10 horas, Silvia Aracely se encontraba parada, acompañada con su coacusado, junto a una camioneta Voyager sobre la calle 58 entre 73 y 77 del Centro, cuando fueron vistos por elementos de la Policía Estatal cuando aquélla le entregó una bolsita de mariguana al sujeto y recibió 100 pesos.
Al revisarlos, le encontraron a la fémina cannabis y varias bolsitas con polvo blanco que resultó ser cocaína, así como el billete antes descrito.
A Sixto José le ocuparon tres bolsitas de plástico con “crack.
En la camioneta se encontró un envoltorio de aluminio con cocaína.
