MÉRIDA.- Ni todo el dinero del mundo evitó que el matrimonio de Antonio N.R. y su esposa durará más de dos años, ya que el primero le daba a la mujer una vida de agresiones físicas y psicológicas en su hogar ubicado en un fraccionamiento ‘de lujo’ ubicado en el surponiente de Mérida.
Por tal motivo, el sujeto fue puesto a disposición del juez de control Luis Armando Mendoza Casanova que accedió a imputarlo por los delitos de violencia familiar y lesiones.
Mendoza Casanova le impuso la medida cautelar de prisión preventiva por todo el tiempo que dure el proceso y estableció que la audiencia de vinculación se efectúe el 17 de junio.
De acuerdo con la denuncia, la pareja contrajo matrimonio en marzo de 2018 y establecieron su domicilio en el fraccionamiento Sian Ka’an.
Desde ese momento empezaron las agresiones físicas y psicológicas contra la mujer, al grado que constantemente la humillaba y amenazaba con echarla de la casa o encerrarla sin comida.
El 18 de abril pasado por la tarde, el sujeto empezó las agresiones verbales y físicas. En esta ocasión la golpeó con el puño cerrado en varias partes del cuerpo.
Incluso se mencionó que trató de estrangularla y aporreó el cráneo de la mujer en contra de la pared.
También que la empujó contra una estufa, lesionándose la cadera y, no conforme,
le jaló el pelo, arrancándole varios mechones.
La mujer no soportó más y acudió a denunciarlo, pues presentó lesiones que tardan más de 15 días en sanar.
