La última tanda por la jefa y se fue…

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«El Chilango» dio su último suspiro en casa de su cuaderno de rayas; al parecer, falleció de tanto trago que ingirió.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- «El Chilango» agarró la fiesta desde hace días y de tanto brindar le dio una congestión alcohólica de la que ya no despertó. Esto sucedió en el centro de esta ciudad.

El pobre señor, quien era conocido por embriagarse un día sí y el siguiente también, murió en una noche de parranda con uno de sus cuates.

Alfredo Palomo Puc, de 50 años de edad, contó a De Peso que hace unos 15 años conoció al «El Chilango» y se hicieron cuates porque los dos eran fieles adoradores de Baco y dedicaban varias noches seguidas a empinar el codo sin descanso.

Dijo que el martes en la mañana se apareció «El Chilango» en su casa marcada con el número 597-A ubicada en la calle 69 entre 76 y 78 del Centro de Mérida y como lo hacían siempre, fueron por el ron «Petripas» y comenzaron a brindar, pero al poco tiempo el visitante empezó a quejarse de dolor.

«Vi que sus ojos estaban amarillos y se alejó, pero como seguido se quedaba varios días en mi casa, no le di importancia», señaló Alfredo.

Fue hasta la mañana de ayer cuando se acercó a su cuate para pedirle la tanda y se dio cuenta de que ya no respiraba y estaba rígido.

Rápidamente llamó al 911 para pedir ayuda, pero cuando llegaron los paramédicos sólo pudieron confirmar que «El Chilango» llevaba varias horas de fallecido.

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