Redacción/De Peso
KINCHIL, Yucatán.- «Más vale prevenir que lamentar», reza un popular refrán, que fue bien aplicado la tarde de ayer por un vecino de Kinchil, pues su tanque de gas butano ya no aguantó más y empezó a despedir su olorcito, así que llamó a los tragahumo.
Elementos del Cuerpo de Bomberos a bordo de la unidad 716 acudieron al predio de Manuel Poot Tzuc, ubicado en la calle 16 entre 13 y 15, donde un cilindro de gas LP presentaba una minúscula fisura en un costado donde salía un fuerte olor que minaba el ambiente.
«Hace apenas unas horas lo mandamos a llenar, ni modo es mejor perder eso a que pase algo peor», dijo uno de sus sobrinos.
Las autoridades resaltaron la importancia de la prevención al repórtalo a tiempo, pues este combustible es más peligroso que la gasolina.
El bombero Orlando Xiu Cimá desconectó el tanque y, apoyado con un trapo mojado, lo trepó al carropipa para ir a drenarlo en un lugar seguro.
