¡Gran aplastada!

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(Actualización)
Resultó fatal el primer día de trabajo para don José Chi Caballero, pues cuando engrasaba la retroexcavadora que iba a manejar, la pesada maquinaria lo aplastó.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- La calaca no se cansa. La mañana de ayer llegó puntual a su cita en el fraccionamiento Gran San Pedro Cholul, fue a recoger a un trabajador de la construcción que terminó prensado en una retroexcavadora, pues mientras la engrasaba para que funcionara a todo dar se activó la palanca de maniobra y lo aplastó.

Como informamos ayer, Don José Chi Caballero, de 50 años de edad, se presentó ayer a su primer día de trabajo en el fraccionamiento antes mencionado, que se encuentra en la carretera Mérida-Motul.

Llegó muy contento por haber conseguido la chamba, lo primero que hizo fue alistar la máquina que iba a conducir, pero jamás imaginó que también sería lo último que haría en su vida.

Resulta que al echarle grasa a la retroexcavadora, la palanca de maniobra se activó, don José ni siquiera tuvo la oportunidad de moverse, el brazo de la maquinaria pesada lo aplastó, quedó prensado entre la parte móvil y el vehículo.

La lata en la que se encontraba la grasa que utilizaba quedó tirada a su lado. El chambeador murió instantáneamente.

Al lugar de la tragedia llegó el ingeniero encargado de la obra, de apellido Tello, quien todo el tiempo se escondió de los medios de comunicación e intentó evitar que los chicos de la prensa realizaran su trabajo, pues envió al jefe de seguridad del fraccionamiento, un señor de nombre Evelio Trinidad, quien únicamente dejó pasar al lugar a una televisora evitando que los demás reporteros cumplieran con su deber.

Sin embargo, en el lugar de la obra se pudo constatar que los obreros de la construcción no cuentan con las medidas más indispensables de seguridad, no cuentan con cascos, guantes, es más algunos hasta andan semi desnudos realizando sus labores, todo esto al amparo de los ingenieros y los directivos de la constructora.

Según vecinos, estas prácticas no son nuevas, ya que durante la construcción de las ampliaciones de la unidad habitacional, son muchos los trabajadores que son llevados hasta ahí y prácticamente los abandonan toda la semana, sin un lugar decente en donde quedarse, duermen en las casas que están construyendo, sin agua ni luz ni servicios sanitarios, muchos menos comida decente.

Regresan por ellos el sábado, reciben su raya y después los llevan a sus pueblos; algunos de ellos vienen de municipios campechanos.

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