Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.-¿A los problemas que vive la señora Emily Gabriela Zapata Torres, de 19 años, por haber dado muerte a su pareja sentimental, ahora se suma que la progenitora de éste pide que se le castigue con pena de cárcel y que el occiso tiene dos hijos con otra mujer que no asistió para darse por reparada del daño que se le ocasionó a sus niños.
La audiencia informativa que presidió el juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero, en donde se empezarían las negociaciones para buscar una salida alterna al proceso que se le sigue a esta joven por el delito de homicidio cometido con exceso de la legítima defensa, no se llevó a cabo por la inasistencia de la querellante María Virgen Figueroa Chi, con la que el occiso Humberto Ezequiel Puc Pech tuvo dos hijos.
Cabe señalar que dicho ilícito se castiga con pena de cárcel de 2.5 años a 3.9 años.
También está el hecho que el fiscal que ve el caso, cometió el error de no establecer correctamente quiénes son las víctimas directas (todos los hijos del occiso), concretándose nada más en las denunciantes (madre y ex esposa), no en los menores.
Incluso estableció que la abuela materna de la hija de esta pareja es denunciante, cuando es víctima indirecta.
En fin, se citará a Figueroa Chi para que exponga lo que a su interés le corresponda y si no asiste el próximo lunes, se tendrá como conforme.
Al drama penal que vive la mujer se suma el de sus tres hijos (dos son de padres distintos que no se hacen cargo de los menores, la niña que tuvo con el ahora occiso y que actualmente está embarazada), pues padecen desnutrición, carecen de recursos económicos para sobrevivir y tienen problemas de lenguaje.
Emily Gabriela no puede trabajar porque está en prisión domiciliaria en casa de su madre adoptiva, que con dificultades busca el sustento para todos los menores.
La abuela paterna se quejó que no le permiten ver a su nieta.
Los hechos que se le imputan se dieron la noche del sábado 20 de enero pasado al defenderse de una nueva agresión que sufría, cuando su pareja llegó en estado de ebriedad y exigió de comer.
Incluso, pretendió que Emily Gabriela le diera dinero para seguir tomando.
El tipo, con una pala, la agredió, por lo que la mujer, cansada de los maltratos (ya lo había acusado en un par de ocasiones de violencia doméstica), tomó un cuchillo y se lo clavó a la altura del corazón, en hechos ocurridos en el fraccionamiento Vergel III.
