Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Desde el 25 de abril del 2011, en las comisarías de Maxcanú, se han reportado oficialmente, hasta el pasado lunes, 4 feminicidios y que han hecho recordar a sus habitantes a las “Calcinadas de Maxcanú”, donde ninguna organización de esas que se autonombran defensoras de los derechos de la mujer haya levantado la voz por esas féminas del campo.

La mujer de entre los 25 y 30 años de edad, cuyo cuerpo fue arrojado a la vera de la carretera Maxcanú-Halachó, en el entronque con la comisaría de Chan Chocholá, hasta la tarde-noche de este miércoles, oficialmente, no había sido reconocida por sus familiares.

Sin embargo, surgió la versión que se trataba de una mujer originaria de la villa de Halachó, que abandonó a sus tres hijos en esa comunidad y se fue a trabajar como mesera-fichera en antros de Maxcanú.

Es por ello que sus familiares, han declinado reconocerla de forma oficial.

Otra versión señala que la mujer es de origen tabasqueño, de entre 25 y 30 años.

Sobre el caso, se averiguó que la Policía Estatal de Investigación detuvo a un individuo de nombre Fredy C. O., quien es un taxista de la ruta Halachó-Mérida, como sospechoso del asesinato de la mujer, cuyo cadáver fue encontrado el lunes 29 pasado, en el tramo Halachó-Maxcanú.

Sin embargo, esta versión no fue confirmada por ninguna autoridad.

Se dice que el arresto fue realizado en la tarde noche del martes, en un puesto de control instalado por la Secretaría de Seguridad Pública a la salida de Halachó, e incluso fue bajado del taxi colectivo que conducía.

El taxista fue puesto a disposición del Ministerio Público para que rinda su declaración sobre los hechos, ya que aparentemente es la última persona que vio con vida a la víctima, quien permanece en calidad de desconocida en el Servicio Médico Forense.

También corrió el rumor de que en un hotel se encontró ropa que podría ser de la mujer que apareció muerta.

El principal móvil de este crimen podría ser de tipo sexual, pues de acuerdo con versiones en Maxcanú, la joven era afecta a intimar con clientes de las cantinas que frecuentaba.

Cabe indicar que el cadáver fue encontrado desnudo de la cintura para abajo y tenía huellas de machacamiento del rostro con una enorme piedra, que fue encontrada en el mismo sitio con rastros de sangre, lo que indica que fue llevada a este lugar por su propio pie y ahí se le privó de la vida.

Mientras tanto, se ha implementado el protocolo de feminicidio en este caso, no así se ha levantado la alerta de género, como han clamado los sectores femeniles de la Entidad.

Las osamentas calcinadas

En contexto a este caso, el lunes del 25 de abril del 2011 se encontraron restos femeninos calcinados en una brecha cercana a las ruinas arqueológicas de Oxkintok, Maxcanú, a medio kilómetro de la línea del tren.

Estaban parcialmente carbonizados y le faltaban las extremidades superiores.

Muchos meses después, se confirmó que se trató de los restos mortales de Concepción Uicab Poot, de 18 años de edad.

Este caso nunca se investigó y ahí quedó, no obstante que presentó signos inequívocos de ataque sexual y violencia extrema, tipo las “Muertas de Juárez”.

Unos meses antes, cerca de la comisaría de Coahuila, Maxcanú, fue hallada la osamenta calcinada de otra mujer, caso que hasta el momento no ha sido esclarecido.

Tiempo después, bajo las mismas circunstancias se halló otra osamenta femenina rumbo a la comisaría de San Fernando, Maxcanú.

Al parecer, se encontró otra osamenta femenina, pero todo se manejó con hermetismo y hasta ahí se perdió la pista, pues las autoridades de ese tiempo declinaron emitir cualquier información.