Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
El Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer los resultados de la revisión de los padrones de los partidos políticos. Todos fueron a la baja, el PRI, el que más militantes perdió, unos 4 millones que es algo así como el 76 por ciento, y el PRD, un 75 por ciento de su padrón pues pasó de 5 millones 30 mil a un millón 250 mil.
También Acción Nacional perdió el 38 por ciento, pasó de 376 mil 988 a 234 mil 450 mil; y Morena, el partido en el poder, pasó de 317 mil 595 a 278 mil 332, un 12 por ciento. Esos son los números y, desde luego, los partidos que no han dicho mucho al respecto deberán pensar y actuar.
Pero lo importante no es la confirmación de militantes de los partidos que hizo el INE, sino la confirmación de la caída de militantes en todos los institutos políticos y, también, la confirmación de que los ciudadanos cada día creen menos en ellos.
¿Por qué?
Hay varias razones. La primera, porque los partidos, sus dirigentes desde luego, los han convertido en punta de lanza de sus intereses personales y de sus grupos políticos, sin respeto alguno por la militancia acreditada que busca escalar.
La segunda, porque también los han convertido en aparatos burocráticos costosos, corruptos, con frecuencia cerrados y casi ajenos a la ciudadanía que es, finalmente, la que a través de sus impuestos los alimenta.
La tercera, precisamente porque al ser entes de interés público, así establecido en la ley, el Estado mexicano está obligado a transferirles recursos a través de las llamadas prerrogativas, recursos que se fueron incrementando elección tras elección hasta convertirse en una carga para el erario.
La cuarta, porque a pesar de ser instituciones mantenidas con recursos públicos, lo que ofrecen es un espectáculo desagradable ante los ojos ciudadanos al comportarse como camarillas en busca del “hueso” (es decir, el reparto de prerrogativas y candidaturas), que se pelean, que se acusan, que no son capaces de dirimir nada que no sea a través de los tribunales.
En suma, lo que generan los partidos políticos, y sus dirigentes, es desconfianza ante el ojo escrutador de la ciudadanía. Eso explica por qué han ido a la baja de militantes, unos más que otros, pero todos al fin.
Rendijas
Este día el gobernador Aysa entregó 53 unidades entre patrullas, motocicletas y ambulancias para el servicio público. La inversión fue superior a los 38 millones de pesos.
