Muy ‘indignadas’… cuando les conviene

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Acompañada de un grupo de mujeres defensoras de los derechos de la mujer, la señora Greta Mariana Martínez Corona acudió al Centro de Justicia Oral de Mérida para solicitar la ratificación de la medida de protección por las supuestas agresiones de que fue objeto por parte de su esposo, Hugo Villaseñor Cardoso.

Entre las activistas, que sí estuvieron presentes en esta audiencia, acudió Ligia Teresita Canto Lugo (madre de la extinta Emma Gabriela Medina Canto) y Martha Capetillo Pasos (integrante del Grupo Indignación). Por cierto, esta última activista, que no entró a la audiencia, estuvo acompañando antes a la víctima, paseando por todo el Cejom.

Capetillo Campos ha estado envuelta en numerosos hechos de violencia, donde el grupo que encabeza aprovecha el descontento social para agitar a las masas en contra de cualquier acción de gobierno.

Sin embargo, esta misma integrante del Grupo Indignación, ha hecho mutis en torno a la agresión que le propinó a la joven Naomi Ríos su sobrino Ricardo Capetillo Camelo, sobre quien pesa una orden de aprehensión por el delito de feminicidio en grado de tentativa.

Canto Lugo, por su parte, no se ha quedado atrás en torno a la defensoría de las mujeres, pero nada más del «norte» de Mérida, porque son las dejan raja política y dinero.

El lunes, la audiencia para ratificación de la medida de protección se suspendió porque el abogado de la víctima renunció.

Cabe señalar que el imputado se encuentra en libertad, pues el delito que se le acusa, que es violencia doméstica, no es considerado grave y tiene derecho a estar en libertad.

Estuvo acompañado de su abogado particular David Araba Dortantes Cabrera.

La señora Martínez Corona se ha quejado que no ha contado con asistencia de custodios para ella y su hijo de 10 años por desidia de la Fiscalía.

Denunció el 1 de octubre, que su marido la mantenía encerrada en su vivienda, por el rumbo de Pensiones, además que ejercía violencia física y emocional en su contra, que también repercutía en su hijo.

Sin embargo, trascendió que desde el principio tuvo rondines de vigilancia; se le ofrecieron todos los servicios del Centro de Justicia para Mujeres; se le fue a visitar a su casa en tres ocasiones para intervención de rescate, pero se negó.

Incluso, se le ofreció albergue, pero no lo aceptó.

Tiene custodio desde el 15 de noviembre y el 27 de noviembre se le dio la orden de restricción por 45 días para que no se acerque el marido, situación que busca que se amplíe por igual término.

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