Conozca a… ‘El Gordito’, fe, optimismo y entusiasmo

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Rollo: Celia Franco; flashazos: Aldo Pallota
El ambiente cambia cuando él llega, si está de buenas todo se vuelve más fácil, si tiene algún pendiente y anda estresado, también se siente, todos se ponen rígidos en espera de sus instrucciones, saben que algo pasa y es momento de apoyar al líder, demostrar que son un buen equipo.

Para él no hay domingo ni día festivo. Jorge Carlos Ramírez Marín es el único senador priísta que ganó la elección, demostrando así que toda una vida de carrera lo han convertido en uno de los políticos más completos y capaz de lograr acuerdos con sus más difíciles adversarios.

Es conocido por ser conciliador, siempre unir, aunque claro está: primero los suyos, eso sin dejar fuera de la jugada a nadie; reconoce la fortaleza de cada uno de sus amigos y de los no tanto y busca cómo usarla a favor.

Sin duda es un hombre orgulloso de su estado, de sus tradiciones y de su historia, es tal vez uno de los políticos más conocedores de lo que ha pasado y pasa en Yucatán, lo que le da una visión diferente y la posibilidad de adelantarse a ciertos momentos.

Era un domingo cuando recibió al equipo de De Peso en sus oficinas, ubicadas cerca del parque de Itzimná, una casona antigua, preciosa, decorada de forma exquisita, sobre todo su oficina. Ahí cada cosa tiene una razón para estar: ya sean regalos, recuerdos o sus elecciones. No hay otro como ese espacio.

En el escritorio, de un lado, la bandera de México y del otro, la de Yucatán; al centro una mesa redonda que en realidad es una gran pieza de un engranaje con una base de hierro y un cristal, simplemente espectacular. Cientos de adornos, la gran mayoría, artesanías.

La escultura de un jaguar pintado de colores, custodia su escritorio, es como un aviso de que en aquella mesa solo se tratan asuntos importantes. Las pinturas, fotos y caricaturas también decoran los cuartos de aquella vieja pero elegante casa.

Aquel día, “el gordito” tenía prisa, se reuniría en Campeche con actores políticos para intercambiar ideas y preocupaciones, pero antes se aseguró de que en su oficina todo marchara como relojito.

¿Perfume favorito?

Tom Ford, Oud Wood y Fahrenheit; uno para diario y otro para fiestas, huele a limpio y a madera, lo asocio con una cuestión más tradicional, clásico, espero no envejecer sino hacerme clásico.

¿Comida y postre que más le gustan?

Mi comida favorita son los sándwiches; el de jamón y queso es el mejor de todos y si es de queso deysi con una mayonesa casera, no tiene igual. Mi postre favorito… mmmm -hizo una pequeña mueca-: los helados: guanábana, coco y mamey son mis favoritos.

¿Alguna frase o refrán con el que se identifique o le guste?

“Florece donde estés plantado”.

¿Cuándo era niño qué se imaginaba sería de grande?

Pues yo creo que como todos los niños tuve mi etapa en la que quería ser soldado, futbolista, beisbolista, pero me quede en la etapa en la que quería ser Presidente y aquí sigo, con el mismo deseo, esto es paso a paso.

Si pudiera tener un súper poder, ¿cuál elegiría?

Leer el pensamiento de los demás.

¿Algún momento en su vida que le haya marcado?

Yo creo que, en general, la relación con mi mamá me marcó de manera muy especial, también con mi papá, pero en el caso de él eran las palabras, con mi mamá era el ejemplo. Ella me dejó un optimismo incansable, una fe a toda prueba, una confianza en los demás; me enseño a creer que vale la pena ser de buena fe y obrar esa manera; que no vale la pena perder el tiempo pensando en la mala fe, las malas vibras, los hijos de la fregada, que esos están allá y no van a desaparecer; mi tema no es que están haciendo ellos, sino que estoy haciendo yo.

¿Fue muy noviero?

No, bastante bien portado, como siempre fui gordito no era mi hit, yo necesitaba echar rollo; ahora y siempre las muchachas le hacen caso al rollo en segunda opción, no en la primera, así que no, no fui tan noviero. Sí tenía muchísimas amigas, solo tuve novias formales dos y con la última me casé hace 30 años.

¿Cómo definiría el amor?

Como una fuerza, un impulso, un motor, una gasolina, como el fondo permanente de una película, lo que estés haciendo detrás está lo que amas, cómo amas y a quién amas.

¿Mejor virtud?

La fe, el optimismo y el entusiasmo.

¿Peor defecto?

Respiró, se agarró la ceja, aplaudió sobre la mesa y resopló: tengo que reconocer que no soy bueno para adelantarme al pensamiento de la gente.

¿Arriba o abajo?

(Risas)… ¿En medio no se puede? Siempre con tendencia a arriba.

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