Arturo León
Rollo: Celia Franco; flashazo: Jorge Pallota
Un joven amable, con una actitud relajada pero con una visión a futuro muy definida. No tiene miedo a trabajar, es consciente de que en la política actual las cosas no son tan fáciles, pues entre grupos se hacen los acuerdos necesarios y es por eso lleva varios años talacheando para que cuando llegue su momento nadie se lo lleve al baile.
Arturo León tiene 34 años y es regidor de Mérida por el Partido Acción Nacional (PAN). Es el primer paso en sus muchas aspiraciones políticas, está seguro que el camino no será siempre ligero pero está dispuesto a seguir en él.
Tal vez por su juventud y porque hasta ahora se ha mantenido detrás de los reflectores, no todos conocen su capacidad, entrega y disciplina, lo cual juega a su favor pues de hacer las cosas bien dejará sorprendido a más de uno.
Es un chavo que se ha ganado muchas simpatías ya que no es de los clásicos grilleros, lleva y trae, trepadores; le ha llevado mucho tiempo y sacrificio comenzar a abrirse camino, aunque su sueño es llegar a convertirse en senador, también tiene claro que es mejor llegar bien a un paso efímero.
Es de aquellas personas que si da su palabra la cumple y es muy comprometido en todo lo que hace. La muerte de su padre lo hizo entender la importancia de disfrutar cada minuto y responsabilizarse de las cosas importantes.
“Levántate una y otra vez hasta que los corderos se vuelvan leones”.
¿Cama o hamaca?
Cama, es más divertida y cómoda (risas). La hamaca es peligrosa, te puedes caer, tienes que ser buen trapecista.
¿Comida y postre favoritos?
El empanizado, frijol kabax, un poco de chile habanero y mucho limón; de postres me gusta mucho el café, así que el Tiramisú es una buena opción.
¿Algún personaje que admire?
Mis papás. Mi papá, que falleció hace 10 años, estuvo en el Ejército, así que de él aprendí la disciplina y a ser perseverante; y a mi mamá porque gracias a ella pude terminar mi licenciatura, trabajaba mucho para que yo fuera a la escuela.
¿Frase con la que se identifique?
Hay una que habla de la perseverancia: “Levántate una y otra vez hasta que los corderos se vuelvan leones”.
¿Cuándo eras niño que querías ser de grande?
Esteee… doctor, definitivamente y como mi papá estaba en el Ejercito también quería ser piloto aviador (sonrió tímidamente), pero después entendí que ni una ni otra porque doctor, la sangre no es lo mismo y piloto, definitivamente las alturas no se me dan (risas), así que estudié comunicación.
Si pudiera tener un súper poder, ¿cuál elegiría?
Hizo silencio un momento y luego sonrió: poder estar en todos lados al mismo tiempo, dividirme.
¿Es o fue muy noviero?
No. Tengo una pareja con la que vivo desde hace seis años, pero tengo más de 14 años de noviazgo. De hecho ya la tengo cantada para este año (más risas).
¿Mejor virtud?
Escuchar.
¿Peor defecto?
Soy adicto al trabajo y eso me ha alejado de las personas que amo en muchos momentos.
¿Arriba o abajo?
Se secó el sudor de la frente y dijo después de un par de minutos, pensando: pues ambas si se puede (se carcajeó), depende de la situación, no tengo ningún problema.
