Vidas ejemplares: Un asesino de inspiración literaria

InicioEspecialesVidas ejemplares: Un asesino de inspiración literaria

Por José Luis Durán King
Denis Pischikov, nacido el 12 de marzo de 1983 en el Óblast Sverdlovsk de la aún República Socialista Federativa Soviética de Rusia, es uno de los ejemplos más claros de cómo un hombre esconde en el robo su verdadera intención: asesinar.

La infancia de Pischikov fue tranquila hasta que la Unión Soviética colapsó. El padre de Pischikov se quedó sin empleo y murió prematuramente.

La familia de Pischikov quedó a cargo de la madre, quien trabajaba de tiempo completo en una fábrica y no se enteró siquiera en qué momento su hijo Denis desvió el camino.

Después de dejar la escuela en quinto grado, Denis Pischikov se convirtió en un cliente asiduo de los cuarteles policiacos, a los que era remitido por robos menores y pandillerismo.

En junio de 2000, el joven se mudó a Moscú, donde un año después de su llegada fue arrestado por robo de autopartes. Al salir, Pischikov decidió que su destino estaba en otra parte y se mudó al Óblast Vladimir.

En Vladimir se unió a una mujer y se empleó en la construcción, pero no duró mucho en ese trabajo. Una vez en el desempleo tomó la decisión de obtener dinero fácil, y la mejor opción era arrebatárselo a los ancianos retirados.

Primer crimen

El 29 de marzo de 2002, Denis Pischikov irrumpió en el hogar de un anciano apellidado Lebedev, a quien asesinó para robarle 3 mil rublos. En noviembre de ese mismo año mató a otro jubilado, aunque en esa ocasión sólo obtuvo 700 rublos. El 17 de enero de 2003 no encontró dinero en la casa de otra víctima, a la que de cualquier modo asesinó.

Pischikov acabó con 14 ancianos en total. De esa cantidad, mató a seis mujeres de la tercera edad en menos de un mes, robándoles sus ahorros para “mejorar mi propia situación”.

El 5 de abril de 2003, dos días después de su último asesinato, Pischikov caminaba por una de las calles de la ciudad de Likino-Dulyovo en busca de una casa dónde meterse, cuando fue visto por un anciano que estaba alerta por los homicidios ocurridos en los meses anteriores.

El hombre llamó a la policía y el sospechoso fue arrestado sin oponer resistencia. Pischikov traía tanta prisa por confesar que, desde la patrulla, en el camino al cuartel proporcionó santo y seña de sus homicidios.

En la detención, cuando uno de los agentes preguntó a Pischikov si no sentía pena por los ancianos que había asesinado, el individuo respondió: “Siento pena por ellos, pero sentí más pena por mí. Necesitaba ese dinero para vivir mejor”.

Inspiración

Las autoridades soviéticas especularon que Denis Pischikov inspiró sus delitos en la novela “Crimen y castigo” del escritor Fiódor Dostoyevski, donde el personaje Rodion Raskólnikov asesina con un hacha a una anciana para despojarla de su dinero.

Raskólnikov se considera a sí mismo un hombre fuerte e invencible, para quien las normas sociales no le ajustaban y que consideraba parásitos a las mujeres.

Sin embargo, el apodo del Nuevo Raskólnikov, como lo bautizó la prensa, no convenció a todos los investigadores.

Con la consabida delicadeza soviética, uno de los agentes indicó no estar convencido de que Pischikov gozara de una exquisitez literaria: “No creo que esta bestia haya sido capaz de leer un libro tan largo. Probablemente vio la película y de ahí se le ocurrió la idea”, explicó.

En julio de 2004, un tribunal condenó a Denis Pischikov a cadena perpetua . En una petición de perdón, Pischikov escribió: “¡Ten piedad de mí! ¡Cualquier cosa, pero no de por vida !”. La Corte Suprema de Rusia confirmó el veredicto, luego de lo cual Pischikov fue transferido a la colonia penal No. 2 del régimen especial, conocida como el “Cisne Blanco”.

- Publicidad -

LO MÁS LEÍDO

Cae joven de 18 años que planeaba cometer atentado en Juegos...

Un joven checheno de 18 años que planeaba cometer un atentado terrorista en un estadio francés en plenos Juegos Olímpicos, fue detenido por los...