De Tocho Morocho: Rocío del cielo

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Rollo: Adriana Vargas
La ciudad de Izamal evoca recuerdo del pasado histórico, escenario magnifico para las artes plásticas y visuales, para la religión, para el amor, para encontrarnos con nuestras raíces como sí de un conjuro se tratará.

Como sí se tratará de un hechizo, al cerrar los ojos vemos recibir el Gran Premio “Monje de Oro Ruben Darío” a “El Vate” Ricardo López Méndez (1903-1989) por su gran contribución a la industria de la radiodifusión en América Latina.

Al abrirlos estamos escuchando las avecillas que rondan por las calles y parques de la Ciudad de las Tres Culturas y casi podemos escuchar la letra y música de ese grande de la historia y el arte que fue López Méndez.

Escuchar piezas musicales de ese entonces nos remiten a una época de increíbles cambios históricos a nivel mundial y local. Estas apasionantes décadas de transformación son la esencia de la composición musical del momento.

Recordemos que “El Vate” siendo aún un joven veinteañero trabajó como archivista en la Tesorería General del Estado durante el gobierno socialista de Felipe Carrillo Puerto (1922-1924) asesinado según se sospecha por la otrora “Casta Divina” de la que aún quedan restos.

Ricardo López Méndez junto con otros grandes personajes de la época vivieron con emoción perturbadora el amor, el odio y la política, reflejaron en hermosas piezas musicales un toque de ensoñación, dulzura y veneración a la vida.

“Cómo quisiera” (1926), “Golondrina Viajera” (1924) “Amor, Amor” (1924), entre otras, son piezas que hoy tal vez la estridencia contemporánea y “otras faltas” les impide a algunos disfrutar e incluso aborrecer estas hermosas composiciones, cuyo drama y pasión se adivina en cada palabra:

Yo sé que nunca

besaré tu boca,

tu boca de púrpura encendida,

yo sé que nunca llegaré a la loca

y apasionada fuente de tu vida.

“Nunca”, canción que evidentemente entona la historia de un amor prohibido con toda la dulzura y el drama que puede ser capaz un corazón enamorado, que fue interpretada maravillosamente por el cuarteto “Los Bohemios” en el homenaje luctuoso realizado en honor del destacado izamaleño Ricardo López Méndez el pasado 28 de diciembre en su ciudad natal.

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