¿Ya te aplicaron la vacuna contra el coronavirus? Eso es excelente, pero recuerda que hay que esperar al menos 28 días para que genere la inmunidad requerida, y si es de segunda dosis, habrá que esperar más tiempo.
Sin embargo, especialistas coinciden en que tras recibir el químico hay que mantener ciertas medidas en cuanto a nuestra alimentación para ayudar a un mejor efecto contra los virus, y sobre todo para no debilitar nuestras defensas al tiempo que el medicamento hace su efecto.
Si bien es cierto que a las personas que reciben la vacuna se les recomienda, principalmente, no ingerir bebidas alcohólicas, también es muy importante lo que se va a consumir en los próximos días como parte de una alimentación saludable y balanceada.
Especialistas norteamericanos y gastroenterólogos recomiendan comer suficientes nutrientes para favorecer la producción y la actividad de las células inmunitarias y los anticuerpos.
Se incluyen, por supuesto, frutas y verduras, cereales integrales no procesados, legumbres como frijoles, lentejas, garbanzos, y no hay que olvidar beber suficiente agua.
Asimismo, es conveniente consumir proteínas saludables como pescado, aves, huevos, y proteínas vegetales como nueces. Además, se recomienda limitar el consumo de sal y azúcar.
Esto también puede hacerse días antes de recibir la dosis correspondiente de la vacuna, para que el cuerpo se “limpie” de lo que normalmente consumimos y que podría tener debilitado el sistema inmunológico.
Antes y después de la vacuna, hay que evitar los alimentos ultraprocesados, que incluyen refrescos, papas fritas, galletas, pastelillos empaquetados, cereales azucarados así como las carnes frías, pues debilitan el sistema inmunológico.
Además, hay que evitar el consumo de alcohol, ya que puede alterar al sistema inmunológico negativamente y debilitarlo.
De acuerdo con estudios, entre dos y cinco horas después de tomar unas 4 ó 5 bebidas, los sistemas inmunes se vuelven menos activos que cuando se está sobrio, y eso da mayor facilidad para que uno se enferme.
