Mi Retiro y Pensión: sembrar para cosechar

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Rollo: Jaime Gutiérrez Melchor
Que grata sorpresa y qué gran satisfacción recibir e-mails de personas que, hace diez años depositaron su confianza en quien esto escribe, sus anhelos, proyectos e intenciones para obtener, al retirarse, una mejor pensión.

Me es de gran satisfacción cada vez que recibo un comunicado agradeciendo lo antes narrado pues, en su momento, imagino que, con grandes dudas e incertidumbre, emprendieron el camino para la construcción, de su anhelada pensión.

Y me causa grata sorpresa narrarle lo antes dicho porque, es clásico y característico de la naturaleza humana que, una vez recibido el beneficio, jamás nos acordamos de ser gratos con quien alguna injerencia tuvo, para el logro de nuestros propósitos.

Enhorabuena por todas las personas que, en el tiempo, han confiando en quien esto escribe; enhorabuena por ellos mismos y por sus familias porque, el recibir hoy día una generosa pensión, se estará logrando lo que expresamos en nuestros artículos y en nuestras participaciones en radio, televisión, redes sociales y plataformas de Internet, “cuando seamos adultos mayores y gocemos de una generosa pensión, jamás nos faltará cariño” o bien, “siendo viejitas pero con dinero, producto de una pensión, siempre seguirán siendo bonitas”.

Es cierto que, el dinero no lo es todo en la vida, es cierto. Pero cierto es que, el dinero ayuda mucho a diferenciar el nivel y calidad de vida en las personas, especialmente en su vejez, etapa de la vida que, quien aun no la esta viviendo, no podrá apreciar que “es la etapa en que más dinero se necesita”.

Cuando se es joven y se tiene el cúmulo de deudas, producto del compromiso y responsabilidad de ver por el nivel y calidad de vida de una familia; cubrir el costo de la hipoteca; el crédito del automóvil y el inevitable seguro; el pago de las tarjetas bancarias y departamentales, y otras deudas, de alguna forma le hacemos para, responsablemente, solventar esos y más compromisos.

Pero, cuando la edad nos llega, y la salud y el vigor vital nos van paulatinamente abandonando, conforme pasando el otoño y arribamos rápidamente al invierno de nuestra vida, un viento frío parece recorrer toda nuestra espina dorsal, al darnos cuenta de cuántas cosas dejamos de ver y hacer, especialmente en lo relacionado con nuestra vejez.

Deseo aprovechar este espacio para hacerle llegar, a los miles de personas que se informan y toman decisiones con relación a su vida futura, con los consejos y orientaciones que publicamos y compartimos por este medio.

Gracias también a los cientos de personas que, por más de diez años a la fecha, nos han confiado su futuro y bienestar, al permitirnos orientarles y asesorarles en la mejor estrategia para obtener la mejor pensión, llegada la edad de su retiro laboral.

Con agrado y satisfacción podemos decir que “la semilla por usted sembrada, años atrás, cayó en terreno fértil y que, hoy día, cosechan de la pensión anhelada”; mis más grandes felicitaciones.

Que pase una muy Feliz Navidad.

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