Un paciente que se sentía mal acudió al módulo del IMSS, ubicado en el barrio de Bacalar de la ciudad de Valladolid, pero, como según él ya había pasado un buen rato sin que lo atendieran, se molestó tanto que rompió los cristales con una botella de plástico.
El paciente comenzó reclamando a las enfermeras, y su enojo subió de tono al grado de romper los cristales de la entrada principal de la clínica ante la mirada del vigilante, médicos y personal administrativo del turno de la tarde.
Enseguida, alguien del Seguro Social llamó a la Policía Municipal, cuyos elementos detuvieron al paciente y lo trasladaron al cuartel policiaco, mientras que el vigilante de dicho módulo fue trasladado a la Fiscalía General del Estado a interponer su denuncia con base en lo que observó.
Se dijo que el detenido tendrá que cubrir los daños que ocasionó debido a que es propiedad federal.
El área fue encintada por los uniformados, mientras llegaban los peritos de la FGE a recabar datos.
Mientras tanto, debido a los daños, los derechohabientes que iban a consulta tuvieron que pasar por el área de urgencias para ingresar.
Más tarde se averiguó que el paciente agresivo es una persona que suele tener un comportamiento errático, y además el personal del IMSS aseguró que sí había recibido atención y, aún así, de pronto perdió los estribos.
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