Se llegó a un acuerdo satisfactorio entre las partes involucradas en el conflicto suscitado entre pescadores de Chicxulub Puerto y una temporadista de la zona que le cortó los cabos a una de las lanchas amarradas frente a su vivienda, quien al final tuvo que pagar por los daños que le generó a la embarcación.
Pescadores indicaron que las amarras que cortó la involucrada sostenían la lancha de Carlos Cano, y tras soltarse la nave se golpeó con otras embarcaciones fondeadas y se dañó el motor.
La señalada realizó este acto alegando que paga el predial de su casa a orillas de la playa en Chicxulub, por lo que señaló poseer el terreno de dominio federal y en una actitud prepotente cortó las amarras de la lancha señalada, afectando al pescador mencionado, quien se gana la vida con dicha actividad.
En entrevista con el portal de noticias Haz Ruido, el director de Pesca de Progreso, Roger Gómez Ortegón, informó que el Ayuntamiento de Progreso citó a la mujer y al pescador afectado para llegar a una mediación.
“Al cortar los amarres, la embarcación se empezó a ir y tuvieron que salir otras para rescatarla, fue entonces que se rompió la base del motor, por suerte no quedó muy a la deriva”, indicó.
Gómez Ortegón detalló que la mujer se comprometió a solventar los daños inmediatamente y agregó que se firmó un acta como antecedente, pues la intención es evitar que se ponga en riesgo el patrimonio de los pescadores.
Hay que puntualizar que, según la ley vigente, las playas no son privadas y las personas que tienen casas frente al mar deben estar enteradas que su propiedad no abarca la playa, puesto que es un espacio público que tiene que ser compartido.
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