MÉRIDA.- En 1981, don Vicente Martín Güémez, estudioso de la cultura maya, construyó una réplica exacta de la pirámide de Kukulcán, de Chichén Itzá, tan exacta, que en ella se aprecian el equinoccio y otros fenómenos solares y lunares, tal como en la construcción original.
Esta obra a escala, de apenas 80 centímetros de alto y un metro cuadrado de base fue realizada en Nolo, comisaría de Tixkokob, y está en la quinta “Haaltún Ha” de dicha comunidad, en donde un sacerdote maya realiza rituales y ofrendas a los aluxes, en las noches de luna llena.
Pero lo que más llama la atención de este trabajo es que don Vicente confesó a su hijo Gabriel Martín Loeza, así como a sus demás familiares, que las instrucciones para ello las recibió de “hermanos superiores”, haciendo referencia a seres de origen extraterrestre.
Según relató ese señor, esta obra fue realizada gracias a indicaciones de esos seres que vinieron de “otras galaxias” para ayudarlo a comprender la grandeza e inteligencia del pueblo Maya, y sea cierto o no, llama la atención que la pirámide que construyó tiene la ubicación exacta que permite observar el equinoccio de primavera y de otoño en sus dos costados (en la pirámide original sólo se aprecia el lado norte, pues el lado sur está destruido).
Esa pirámide a escala permite observar en los períodos de equinoccio el fenómeno de luz y sombra, con el descenso de Kukulcán. Pero eso no es todo, pues cada cuatro años, con la Luna llena, también se puede apreciar el descenso de este fenómeno, a las 4 de la mañana con los rayos del satélite terrestre.
En la quinta de “Haaltún Ha”, donde está la réplica, hace años hubo un centro de investigación Maya, y don Vicente Martín dijo que allí fue donde se realizó el contacto extraterrestre.
Ahí mismo existe un moral de unos 4 metros de largo, en donde el señor plasmó una enorme serpiente, el sol y la luna en diferentes posiciones, y el método de observación que habría aplicado para construir la réplica de la pirámide de Kulkulcán.
También puede observarse una silla realizada con piedras de gran tamaño, en donde este hombre habría estado sentado cuando recibió las revelaciones para poder construir esta pirámide pequeña.
Sea cierto o no, lo que no deja de sorprender es la forma en que fue realizada la mencionada réplica, que permite apreciar los mismos fenómenos que en la pirámide original, con una precisión absoluta.
(Información y fotos tomadas del Facebook.com/groups/aprendamosmaya)
