Enigmas: Al profanar sitio en busca de riqueza les cayó trágica maldición
Por Jorge Moreno
La leyenda de la piedra negra de Zacatecas, cuenta sobre la obsesión de un par de jóvenes zacatecanos por volverse millonarios; su ambición los llevó a buscar entre los montes del estado grandes tesoros que de acuerdo a lo que la gente contaba se encontraban escondidos, lo que no sabían era que más allá de hallar riqueza se iban a topar con la muerte.
Se cuenta que allá por los años ochentas, un par de jóvenes ambiciosos de nombre Misael Galán y Gildardo Higinio salieron en búsqueda de riquezas y tesoros, pues sabían que entre los montes del estado de Zacatecas había muchas minas, y pensaban que en alguna de ellas encontrarían el oro que los haría millonarios.
Muchos fueron los días que pasaron buscando lo que los sacaría de pobres, y fue hasta que llegaron a un monte en las limitaciones entre Vetagrande y la capital de Zacatecas que se adentraron en una cueva en donde encontraron una gran piedra negra brillosa la cual pensaron era muy valiosa.
Los amigos escarbaron hasta lograr sacarla de la tierra en donde se encontraba enterrada y habían acordado llevarla con ellos para después romperla, repartirla y venderla. Los rumores de lo que habían encontrado se propagaron rápidamente y ya la gente los esperaba para saber qué era eso hallado.
Muerte y maldición
Pasaron algunos días y los muchachos no llegaban, por lo que algunas personas decidieron salir a buscarlos, pero cuál fue su sorpresa, que afuera de la cueva los encontraron muertos y con grandes heridas de riña. Decidieron llevarlos a velar al pueblo mientras que una persona quedó al cuidado de la piedra negra que habían encontrado.
La persona asignada para el resguardo de la piedra a los pocos días se volvió violenta, al punto de llegar a golpear y matar a su esposa para después terminar suicidándose él.
Origen del mal
Algunos pobladores atribuyeron la conducta de estas tres personas a la cercanía que habían tenido con la piedra, al grado de que ya nadie quería acercarse y optaron por dar aviso al sacerdote del pueblo y decidieron llevarla a un lugar secreto y alejado.
De acuerdo a algunos lugareños, la piedra negra se encuentra en la catedral de Zacatecas, muy cerca de la campana chica y cuenta la leyenda que, si alguien intenta acercarse, el repiqueteo de dicho objeto suena en señal de alerta.
Años después, se supo que lo que en realidad pasó es que ahí estaba enterrado junto a esa piedra el cadáver de un hechicero, quien al ser puesto junto con sus objetos de magia negra, su hijo, quien también era un hechicero, puso una maldición para que cualquier persona que profanara la tumba o se acercara, quedara loco al grado de querer suicidarse.
Por lo tanto, los infortunados jóvenes, tuvieron la mala suerte de estar ahí buscando un tesoro cuando a final de cuentas solo se encontraron con su muerte.
Por ese motivo, muchos “cazatesoros”, utilizan amuletos especiales para alejar alguna maldición, en estados del norte del país es muy común que los lleven y antes de excavar o explorar el sitio lo frotan con el fin de que no les pase nada.
Más adelante estaremos hablando de este y otros rituales que se hacen antes de meterse a explorar un sitio en busca de desenterrar tesoros o cosas de valor, ya sea en lugares públicos o en nuestra propia casa.
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(Fotos de contexto: miningmexico y mina noalamina.org)
