El aislamiento que se ha dado en muchos países incluyendo México, ante la pandemia por el coronavirus, ha ocasionado fuertes trastornos de sueño en las personas, debido a los drásticos cambios en los hábitos a lo largo del día, según aseguran especialistas.
Por ejemplo, el neurólogo Hernando Pérez, especialista del Centro de Neurología Avanzada de España, explicó que el sueño tiene dos reguladores: el ciclo de luz y oscuridad, y el cansancio. La cuarentena de personas que se han quedado todo el día en casa provoca que la gente se despierte más tarde, pierda tiempo de luz solar, y eso se refleja directamente a la hora de dormir, cuando el cerebro no ha “aplicado” todo el tiempo de luz acostumbrado.
En cuando al cansancio, debido a la falta de actividad en general en casa, el cuerpo se fatiga menos y eso impide conciliar el sueño con mayor facilidad.
Otra especialista, la doctora Celia García-Malo, neuróloga, indica que el aislamiento provoca la necesidad de dormir más tarde, y ello retrasa la hora de despertar, lo cual genera trastornos como los mencionados anteriormente.
Asimismo, considera la especialista que el aislamiento provoca ansiedad y estrés que a su vez se refleja en pesadillas, mismas que también reducen el tiempo de sueño, lo que a su vez genera más ansiedad.
Asimismo, el aislamiento provoca irritabilidad, según afirma la psicóloga Patricia Barato Salvador, debido a la impotencia que causa no poder controlar la situación que se vive (con el coronavirus), lo cual deriva en problemas familiares.
Igualmente, señala que otras personas “se abandonan”, es decir, como no tienen que salir de casa, se quedan todo el día en ropa de dormir, y con ello se desorganizan los hábitos diarios, que afectan el reloj biológico interno.
A todo lo anterior hay que agregar la ansiedad que causa estar leyendo o escuchando todo el día noticias sobre la pandemia, y dicha ansiedad se convierte en todo lo descrito con anterioridad, por lo cual algo que se recomienda es dejar de revisar redes sociales o no mirar ni escuchar las noticias.
Sin embargo, hay personas a quienes les pasa lo contrario. Les da hipersomnia, es decir, duermen en exceso, gracias a la sensación de pesadumbre, de abatimiento, propios de estar metidos en un domicilio por un mes, “como ha sucedido en algunos países”, según indican los expertos.
Para tratar de contrarrestar todo lo anterior, lo principal es contrarrestar pensamientos negativos. Éstos pueden ser relacionados con la incertidumbre por contagiarse, por ser despedido del trabajo, porque se extienda la cuarentena, y eso provoca la ansiedad que deriva en trastornos de sueño.
Para lograr esa regulación, hay que apelar la reestructuración cognitiva, es decir, basarse en datos objetivos y reales. No buscar pensamientos positivos, sino ser realistas para poder controlarlos.
En el día, por ejemplo, controlar los pensamientos negativos enfocándonos en lo que ocurre, no en lo que va a ocurrir, y por la noche, entender que no es posible solucionar nada antes de dormir.
Además, se recomienda tener un “momento para preocuparse”, que sea un tiempo indicado durante el día, a fin de dejar salir los momentos negativos en un tiempo estipulado, para luego continuar con lo que se estaba haciendo.
Asimismo, se recomienda mantener rutinas de actividades, en horarios para despertar y para ir a dormir, exponerse al sol por las mañanas, tomar aire fresco por las noches; no llevarse ninguna preocupación a la cama a la hora de dormir, y sobre todo entender que el espacio donde se duerme es para ello, no para trabajar ni estudiar.
Se recomienda también hacer un poco de ejercicio durante el día, y por la noche, antes de dormir, busca algo que distraiga y despeje la mente, en lugar de estar pensando en problemas. Puede ser meditar, hacer ejercicios de respiración o escuchar música (con información de BBC Mundo. Fotos: Annie Spratt, Gregory Pappas/Unsplash).
