Durante la inauguración este día del nuevo Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” al norte de la Ciudad de México, muchas cosas llamaron la atención, pero, sin duda, lo más pintoresco fue observar a vendedores ambulantes dentro de las instalaciones.
Como si se tratara de un tianguis, los expendedores de figuras del presidente Andrés Manuel López Obrador, tazas, llaveros, posters y hasta libros del mandatario, extendieron sus telas sobre el piso del aeropuerto y colocaron sus productos a la vista de los visitantes.
Si bien este hecho llamó la atención, no dejó de ser severamente criticado en redes sociales, en donde usuarios consideraron que esta imagen no es la que debería proyectar un nuevo aeropuerto.
Algunos otros se preguntaron si cuando ya esté en total funcionamiento se permitirá el paso de ambulantes, y muchos otros cuestionaron sobre la seguridad en el recinto.
Nadie le dijo nada a los ambulantes. Ellos llegaron, colocaron su mercancía y esperaron pacientemente a ver si sus ventas iban a ser buenas o si había sido una mala decisión ir hasta ahí.
Una señora de nombre Rebeca, de 57 años de edad, salió de su casa en la colonia Portales desde las cinco de la mañana, buscando llegar a la terminal aérea a las ocho, para sacar “aunque sea para los frijoles”.
Dijo que como vendedora ambulante, hay días buenos en los que obtiene cerca de mil pesos, pero en los malos, apenas saca 200.
Sus productos a la venta son pequeñas figuras de López Obrador, y acude a cuanto evento protagonice el presidente en la Ciudad de México o el Estado de México.
Asimismo se observó a don Antonio, de 50 años de edad, quien llevó posters de AMLO, playeras y figuritas con su imagen, pero a pesar de que había mucha gente en el nuevo aeropuerto, sólo había vendido 300 pesos hasta el mediodía.
