Ya estamos de nuevo en temporada de ciruelas, y los paladares yucatecos degustan de diversas formas este fruto, siendo la principal así nada más, con su sal y su chilito.
La ciruela es un árbol bastante noble en nuestra región que tres veces al año nos da sus frutos, además de que sus hojas, corteza y los mismos frutos son benéficos para la salud.
Con respecto a sus “temporadas”, éstas se dan en la época seca, de abril a mayo, a finales de julio y principios de julio, al iniciar las lluvias, lo mismo que en la temporada lluviosa desde finales de agosto, por lo cual todos estamos encantados de la vida con este regalo de la naturaleza.
Remedio natural
Y aunque éste es el principal uso de la ciruela, el alimento, tanto para humanos como para aves, cochinos y hasta vacas con el forraje, hay que destacar las capacidades que tiene para el tratamiento de algunos padecimientos, de acuerdo con el conocimiento de la gente de nuestra región maya.
El proyecto “Usos y Costumbres de la Ciruela”, de la M.C. María del Rocío Ruenes Morales, la Dra. Patricia Montañez Escalante y la Dra. Miriam Ferrer Ortega (UADY) y del M.C. Pedro Correa y M. C. Landy M.C. Silveira Sáen, de la Universidad Autónoma de Chapingo, refiere que los abales (familia de las ciruelas) han sido de gran importancia para los campesinos mayas.
Su uso medicinal va desde el tratamiento del sarpullido hasta el del sarampión, pasando por las infecciones de ojos o la cura de heridas.
El estudio menciona que frotar las hojas en un comal calientes y aplicándolas a la irritación del sarpullido ayuda a que ésta se reduzca, o igual se pueden mastrujar unas 30 hojas con sal y untarlas en la erupción.
Hervir hojas de ciruela, sancocharlas, y darse un baño con ello, ayudará también a reducir la comezón.
También se menciona que dejando secar al sol las hojas y parte de la corteza, permitirá posteriormente molerlos, y con agua hervida y sal de mar servirá para fabricar gotas para ojos irritados, o para aplicarse en herida.
Para el sarampión o el dolor de estómago, se recomienda sancochar la corteza, y el agua que resulte tomarla durante tres días.
Incluso pueden aliviarse las diarreas machacando la corteza, sancochándola en agua, y tras ser colada, se toma al mediodía.
La corteza tiene más usos, junto con las flores, pues preparando infusiones con ellas se atiende el dolor de espalda, el reumatismo, es un buen antiséptico y hasta ayuda como anticonceptivo, pero para esto último, mejor hacer caso a las medidas preventivas que ya se conocen… Nomás por si las dudas.
Estos son tan sólo algunos beneficios que nos da la ciruela además de sus frutos, pues como ya mencionamos, es un árbol muy noble que no requiere demasiada tierra para crecer, ni suelos con muchos nutrimentos o profundidades.
Por ello, para la gente de la región representa un verdadero regalo, mismo que ha sido estudiado en el proyecto conjunto ya referido.
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