Enigmas: mala fama del búho y el tunkuruchú maya los persigue hasta nuestros días

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Enigmas: ¿realmente los tecolotes y tunkuruchús mayas son enviados por fuerzas oscuras?

Por Jorge Moreno
Hay un dicho muy popular que reza: “Cuando el tecolote canta, el indio muere”, refiriéndose al “mal agüero” de esta ave, pero, ¿de dónde viene esta leyenda? ¿existe algo de verdad?

En la sección paranormal que tengo todos los lunes en la radio (estación La Comadre, 98.5 FM de Grupo SIPSE), con frecuencia las personas llaman para decirme que tienen temor debido a que vieron un tecolote o búho cerca de sus casas, y creen que esto traerá desgracias, mala suerte e incluso la muerte.

Y es que el temor es doble, ya que estas aves son nocturnas y al verlas se piensa que fueron enviados por alguna “fuerza oscura”.

Vayamos por partes. ¿De dónde viene esa popular frase? Según los distintos mitos, su presencia era el anuncio de la muerte de alguien de la familia en donde recalaba; en las culturas prehispánicas, el tecolote, búho o lechuza tenía una amplia relación con la muerte y el nahualismo, e incluso llegó a representar a dioses del inframundo.

Casualidad o no, hasta a principios del siglo pasado muchas familias del centro del país afirmaban que cuando veían a algún tecolote cerca de sus casas sí se moría alguna persona en las siguientes 48 horas, y eso les causaba terror, porque no necesariamente moría la persona más anciana o enferma, a veces hasta niños.

La menta

Por un tiempo se estuvo manejando que si se dejaba menta en las casas, este olor espantaba o le era desagradable a los búhos y de esa manera no se acercaban a la casa; curiosamente, hubo un tiempo en que en muchas partes de la Ciudad de México y poblaciones cercanas no se encontraba menta por ninguna parte, pues muchas familias compraban y acaparaban este producto para “protegerse” hasta que se dieron cuenta que no tenía ningún caso, ya que con tecolotes o sin tecolotes, la muerte siempre llegaba.

El tunkuruchú maya

Hay una historia parecida con el “tunkuruchú”, el ave de origen maya. Según la leyenda, esta ave era considerada la más sabia del reino de los pájaros. Aunque era muy introvertida, en una ocasión decidió asistir a una fiesta. En cuanto las aves la vieron llegar con sus mejores plumas, le ofrecieron manjares y del vino maya balché para brindar. Como el tunkuruchú no solía beber, inmediatamente se embriagó junto con el resto de las aves.

Debido a que las aves hacían mucho ruido con sus risas y bromas, un joven maya se percató de la fiesta y decidió unirse. Al igual que las aves, el maya también bebió balché, se emborrachó y comenzó a hacer bromas. Sin embargo, decidió ensañarse contra el tunkuruchú a quien comenzó a ridiculizar frente al resto de los pájaros, con lo cual también destruyó su reputación.

Como venganza, el tunkuruchú decidió vengarse de todo el género humano. Para ello se dedicó a recorrer los cementerios hasta reconocer con agudeza el olor de la muerte. Desde entonces se dice que el tunkuruchú canta con intensidad cuando percibe el olor de alguien cuya muerte está cercana.

Ahora bien ¿Qué opino al respecto? Creo que estas aves no son de mal agüero ni son malas ni mucho menos atraen la vibra negativa, solamente se les quedó la “mala fama”, así que si algún día o alguna noche logras ver a uno de estos, no te preocupes ni te sugestiones.

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