Enigmas: ¿por qué los brujos y brujas deben quedarse solteros?

InicioEspecialesEnigmas: ¿por qué los brujos y brujas deben quedarse solteros?

Enigmas: no permanecer solteros para siempre acarrearía tragedias a hechiceros o brujas

Por Jorge Moreno
Se dice que los antiguos hechiceros o brujas que tenían el don de transformarse en animales (huayes o nahuales) o en bolas de fuego, solo se deben casar entre ellos o bien permanecer solteros por siempre, ya que si sus parejas no saben a lo que se dedican, podría ocurrir una tragedia.

Y para muestra un botón, pues se cuenta que hace algunas décadas, en un poblado del sureste de nuestro país, una pareja de novios, se casaron y se fueron a vivir a casa de los papás del esposo; de inmediato la suegra notó que su nuera no quería
comer nada, al principio pensó que a lo mejor era por pena, pero conforme pasaban los días empezó a preocuparse.

Al cuestionarla, ésta le dijo que era porque extrañaba la comida que hacía su madre, esto se le hizo raro porque la familia de ella era muy humilde y a veces sólo comían tortillas con sal, mientras que, en esa casa, si bien no sobraban las cosas, al menos siempre había muy buena comida.

La señora lo platicó con su hijo, con tal de ver feliz a la muchacha, planearon que cada tercer día, la llevaran con sus papás para quedarse un par de días ahí y así lo empezaron a hacer. Pero pronto las “malas lenguas” empezaron a hablar, pues los vecinos del muchacho decían que seguramente su esposa le ponía los cuernos y por eso dos veces por semana se iba a su casa, para ver a su amante con total libertad.

Bolas de fuego

El joven le platicó a su mamá, le dijo que estaba muy molesto y ella, aun así, defendió a su nuera, diciendo que no la creía capaz; sin embargo, el papá del muchacho dijo que no estaría de más que se le vigilara por las noches cuando estaba en su casa para ver sino salían con alguien o bien si la iban a visitar. Así lo empezaron a hacer, pero una noche, el marido dormitó y al abrir los ojos, vio dos bolas de lumbre arriba del tejado, que se iban volando con dirección desconocida.

En los siguientes días, cada vez que le tocaba vigilar a su esposa notaba lo mismo, las dos bolas de fuego que salían de ahí, se lo contó a su madre y ésta, sospechando lo peor, le dio una medalla de San Benito para que lo iluminara y supiera que hacer.

A la noche siguiente, cuando vio las dos bolas de fuego salir, entró con cuidado a la casa y notó que su suegro estaba profundamente dormido, pero no estaban ni su suegra ni su esposa en sus hamacas, pero en un fogón, vio horrorizado dos pares de ojos, un par de ellos se le hizo familiar, eran idénticos a los de su esposa.

Antes de pensar y razonar en ello, le dio mucha furia el hecho de que la joven no estuviera en su hamaca a altas horas de la noche y destruyó los cuatro ojos, aplastándolos con un mazo.

El funesto final

Se quedó en la casa guardado, esperando a ver a qué hora llegaría su esposa para reclamarle su presunta infidelidad, hasta que de pronto vio por la ventana las dos bolas de fuego que se acercaban y entraron por la ventana, para de inmediato convertirse en ¡su suegra y su esposa! Pero sin ojos.

Se acercaron al fogón y pegaron un grito al darse cuenta que los dos pares de ojos estaban destruidos totalmente y en ese preciso instante de pronto se desplomaron al piso muertas las dos.

Se dice qué durante el velorio de ambas, por temor al qué dirán, no abrieron los ataúdes, pues no querían que las vieran en ese estado (con caras de horror y sin ojos), pero el chisme corrió por todo el pueblo y pronto se supo que ellas, madre e hija eran brujas que para ir a hacer sus fechorías se transformaban en bolas de lumbre.

Por eso mismo se dice que si te dedicas a este tipo de brujería, mejor permanezcas soltero o soltera, porque un día, puedes tener un desenlace fatal.

Tal vez te pueda interesar:

Enigmas: la leyenda del extraño jinete que llegó al funeral de humilde indígena

(Foto de contexto: unsplash)

- Publicidad -

LO MÁS LEÍDO