De acuerdo con las autoridades locales, el atacante se obsesionó con la idea de que la doctora tenía la enfermedad respiratoria debido a su constante contacto con pacientes infectados y decidió asesinarla, ya que pensó que lo había contagiado, indicó Actualidad RT.
“La maté porque me pegó el coronavirus”, manifestó el enfermero, de 28 años de edad, después de ser detenido en su apartamento por la policía, en declaraciones recogidas por el espacio televisivo ruso.
No obstante, la cadena de noticias aseguró que tanto De Pace como el cuerpo de Quaranta fueron sometidos a la prueba del COVID-19 en un centro médico y ambos dieron negativo con la enfermedad.
Actualidad RT, igualmente, señaló que el hombre fue él que llamó a las autoridades luego de cometer el crimen e intentó suicidarse, cortándose las venas de las muñecas.
“Tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital, donde sus colegas lograron salvarle la vida”, agregó este medio.
En memoria de la joven doctora de 27 años, que estaba luchando contra la crisis que ha generado el coronavirus en Italia, su cuerpo fue recibido este sábado en su ciudad natal, Favara, en medio de aplausos desde los balcones.
