Rollo: F. Salvador Couoh Jiménez
Como la pólvora usada por los europeos desde el siglo XV, sin excepción, para devastar territorios y pueblos enteros originarios de nuestra América, hoy aquellos se vuelven ensañar contra estados nacionales latinoamericanos. Así, a más de 500 años y contando, nos recetan los mismos protagonistas una nueva plaga que corre por todos los confines del continente americano, el Coronavirus-19, denominado con el eufemismo Covid-19, tema central para derramar litros de tinta amelcochada con kilómetros de papel aunado a la inundación informativa en las tituladas redes sociales.
La profusa información galopa en los lomos de la libertad de expresión que gozamos en la patria nuestra, por infortunio la mayoría configurada por afiebradas mentes a través de redes sociales generando cantidades industriales de expertos virólogos de ocasión, ayer feministas, antier cruzados de la anticorrupción, en la protohistoria autoproclamados demócratas.
Vaya, hasta hacedores de milagros financieros, empresariales más otros campos; genios al fin cacareaban, cacarean experiencia calificada, certificada de manera incestuosa sin ningún rubor. Protagonizaron esos “expertos” derrumbes en gobiernos previos al 2018, con ello fracturaron su propio estrado desde donde posicionaban recetas milagrosas, a la postre desastrosas para sus usuarios. Claro, esos “expertos” usufructuaban influencia bien vendida o comprada por los hombres de poder de aquel entonces; abrieron, en descargo inconscientemente, verdaderos corredores donde transitaron los opositores de entonces.
Hoy ya dirigiendo el pandero, eso sí bajo la exigencia de aquellos “expertos” que reclaman recursos líquidos para ahogar sus críticas cuando hace poco lo era para guardar ominoso silencio ante las malas prácticas que inclusive aplaudían sin recato.
Artículos en revistas especializadas, editoriales en la cotidianidad de los periódicos impresos se unen al clamor de la cofradía, hoy con banderas desplegadas, perifonean las mejores medidas médicas, sanitarias, de salud en general para abatir el tenebroso Covid-19. Desgranan la primera fórmula: ¡¡Solicitar a manera de préstamo millonarios recursos financieros a organismos nacionales e internacionales!! Plañideros en fin, rescatan el viejo dicho: “el dinero es la solución a todos los males”.
Cada escrito en medios impresos, apuntado en medios electrónicos, diseminado por redes sociales, salvo honrosas excepciones, lleva sin decir de manera explícita el requerimiento de pesos y centavos para apoyar las medidas gubernamentales para combatir el Covid-19, nominado flagelo del siglo XXI. Sería curioso, inclusive digno de anécdota, sino fuera tragedia la que festinan esos “escribidores” de ocasión, verlos con su rostro adusto criticar las medidas preventivas contra ese enemigo público número uno; cuando en el pasado reciente, inclusive ante acechanzas de menor rango dañino, ponderaban en exceso cualquier medida, por inocua que sea, contra la amenaza a la salud en turno.
Hoy, al abrir periódicos impresos o digitales, portales informativos en cualquiera de sus modalidades, enseguida notaremos encabezados y notas en torno al Covid-19; también presente de manera prima en videos y memes. El Coronavirus 19, sí tiene quien le escriba; mucho por muchos. Tan Tan.
