Jaime Álvarez es el nombre del médico que el domingo pasado atendió a más de 100 personas en Seyé, las cuales llegaron a su pequeño consultorio tras manifestarse la intoxicación masiva que se ha convertido incluso en noticia nacional.
Durante varias horas, el médico atendió a uno tras otro paciente, entre niños, adultos y personas mayores, sin importar todo el tiempo que le llevara, hasta que observó que llegaban en apoyo ambulancias con paramédicos que se sumaron a esa labor.
El médico Jaime Álvarez es reconocido por los habitantes de Seyé, no sólo por estar siempre listo para atender a quienes lo requieran, sino también por el tiempo que lleva prestando sus servicios a la comunidad, además de que se mantuvo “al pie del cañón” en la reciente contingencia sanitaria.
Popularmente es conocido como “doctor Simi”, pues llegó a Seyé, originalmente, atendiendo el consultorio de esa cadena de farmacias, con tarifas muy bajas, y actualmente con su consultorio propio, también cobra una módica suma.
Y su labor se extiende más allá de atender la salud de la población, pues en diciembre incluso regala juguetes a los niños que son llevados por sus padres a consulta, por lo que se ha convertido en una persona muy apreciada.
De acuerdo con una entrevista publicada por el sitio “BCP Noticias”, el pasado domingo el médico inició sus consultas con 16 pacientes que ya le esperaban a eso de las 12 del día.
Pero poco a poco fueron llegando más personas, quienes sufrían malestares como visión borrosa, presión alta, mareos, vómitos, diarrea, así que el doctor Álvarez decidió atender poco a poco a todos, dejando atrás el hecho de que sólo iba a atender ese día personas con cita.
Sin embargo, los pacientes seguían llegando a bordo de autos, motos, taxis, y más. Eran personas de todas las edades que presentaban los mismos síntomas mencionados, y quienes habían comido cochinita. El médico llegó a una conclusión: podría tratarse de una intoxicación masiva por carne con clembuterol.
A eso de las tres de la tarde dentro del consultorio había personas en espera, y afuera, en la calle, había muchas más.
El medicamento disponible en la pequeña farmacia anexa al “Consultorio Médico Álvarez”, en la calle 28 entre 33 y 35 de Seyé, se agotó en pocos minutos y en las demás farmacias de la comunidad también ser acabó.
“Estuve consciente de que se habían detonado una emergencia sanitaria y estaba yo solo. De pronto vi luces rojas por la ventana, escuché sirenas y al pasar al último paciente a consulta pude ver que llegaban paramédicos de la SSP a mi consultorio”, narró en la entrevista.
De esa forma supo que ya tenía apoyo para que la gente pudiera recibir más atención, y pasada la emergencia, el doctor recibe el cariño y el agradecimiento de todo un municipio, pues en ningún momento flaqueó y estuvo en todo momento dispuesto a dar lo mejor de sí, como ha hecho en los últimos años.
