Como si fuera ayer: rompiendo tradiciones

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Rollo: Celia V. Franco C.
Durante décadas la famosa marcha del primero de mayo, Día del Trabajo, fue la mejor manera de que el gobernante en turno mostrara músculo, era utilizada para enviar un mensaje a sus contrincantes: tengo el apoyo de todos estos trabajadores ¿de verdad te quieres meter conmigo? Era lo que se gritaba en silencio.

Todos los mandatarios priístas han tenido una cercanía inherente a los sindicatos locales y a sus eternos líderes, los trabajadores pocas veces (si no es que ninguna) han sido consultados sobre las acciones que se toman en su nombre, pero además eran utilizados como piezas en un tablero que se movía al ritmo de los primeros y obviamente de sus intereses.

Paseo de Montejo ha sido siempre el escenario perfecto para demostrar el apoyo inquebrantable de los miles de sindicalizados, sin embargo para nadie es secreto que su presencia era condicionada: no pasar lista ese día significaba represalias en su contra. Esto claro, los líderes nunca lo han aceptado, mucho menos los del poder.

Sin embargo, parece que las cosas comienzan a cambiar, por primera vez en 50 años, el gobernador anunció que asistir a la famosa marcha no era obligatorio y que todo aquel que prefiriera pasar el día en compañía de su familia no tendría consecuencias laborales.

Lo que nadie esperaba es que el propio mandatario no llegara, sí, Mauricio Vila, dejó claro que la política está cambiando y que él es impulsor de la libre elección en Yucatán, atrás quedaron los años en donde se condicionaba la simpatía.

El anuncio realizado y difundido tuvo eco, muchos de los chambeadores se arriesgaron a no presentarse a la cita anual, aunque todavía es muy pronto para saber si de verdad los líderes sindicales están dispuestos a ceder el control de sus masas y dar paso a una democracia real.

Tampoco podemos asegurar que quienes salieron a caminar portando con orgullo la camiseta de su sindicato, lo hicieron por convicción, pues algunos rumores aseguran que hubo quien se pasó por el arco del triunfo el llamado del mandatario estatal y apretaron las tuercas de su maquinaria, esto con la intención de demostrar que son ellos quienes tienen la última palabra.

Una cosa se agradece y es que comienzan a romperse las anquilosadas tradiciones que solo benefician a unos cuantos políticos, esperemos que con esto también se den nuevas formas de hacer política.

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