Rollo: Celia V. Franco C.
No es momento de ser valientes, tal vez no logramos entender la gravedad de la pandemia que enfrentamos y por eso no le damos la seriedad debida a las medidas de protección que debemos de implementar para evitar que el tan famoso Covid-19 desate su fuerza sobre los yucatecos.
Muchos siguen sin hacer caso a las recomendaciones de las autoridades que están tratando de evitar que hayan miles de muertos por una enfermedad que podemos prevenir quedándonos en casa, tal vez en este punto de la lectura usted piense: esta doña está media lurias, seguro exagera la situación, ni es para tanto… Créame, lo es.
Eso pensaron los italianos y han muerto más de 3,400; después de tanto dolor, de ver a sus familiares padecer, piden al mundo que no salgan de sus casas, se han dado cuenta que esa es la mejor manera de evitar que el virus se propague; ellos están aprendiendo a convivir con sus vecinos a través de sus balcones o terrazas y se echan porras para no decaer ante tanta preocupación.
En España, el Covid-19 ha matado a 803 e infectado a 17 mil 395; el gobierno ha tomado medidas extremas para proteger a sus ciudadanos, hay un toque de queda permanente, para salir a las calles se necesita un permiso especial y obviamente los aeropuertos están cerrados.
Hasta el llamado “país más poderoso del mundo”, Estado Unidos, ha sido azotado con este virus, que al parecer va a llegar a cada rincón de nuestro planeta; ahí han fallecido 115 ciudadanos infectados de esta sepa del coronavirus. Los ciudadanos se han resguardado y la frontera con Canadá ha sido cerrada.
En México apenas se tuvo el primer muerto por esta enfermedad (en cualquier caso, una persona fallecida es demasiado) y se han registrado 118 infectados, en su mayoría con síntomas leves.
En Yucatán se actuó de manera rápida y oportuna, más que en otros países del primer mundo, de inmediato se cancelaron las clases, los eventos masivos, se dieron facilidades a los trabajadores en situación de riesgo para que no acudan a sus centros de trabajo y los empresarios comenzaron a sumarse a la fuerza del gobierno.
¡No es una exageración! Estamos hablando de vidas, de las vidas de nuestros seres queridos, de las nuestras, las de los vecinos, no es momento de hacernos a los valientes ni de demostrar nada; hay que ser prudentes y acatar las instrucciones, ayudarnos entre nosotros, ser conscientes y mantenernos informados.
El Gobierno hace su parte pero nosotros tenemos que hacer la nuestra para que esto no se convierta en una calamidad, escuchemos lo que nos dicen quienes están padeciendo.
La verdad es que, al menos yo, nunca me imaginé vivir algo así, una enfermedad que pareciera salida de una película en la que después de muchos muertos y drama alguien encuentra una vacuna y todo se detiene; pero en la realidad esto todavía comienza y aunque los chinos luego de haber perdido a 3 mil 200 ciudadanos y que 81 mil 100 contrajeran la enfermedad, ya trabajan en una vacuna, aún no se encuentra lista y cuando lo esté todavía será un proceso largo para que llegue a todos las personas de todo el mundo.
Sé que en este país tenemos que trabajar para poder comer pero tratemos de acatar lo más posible las medidas de seguridad e higiene para evitar la propagación del virus.
Sin duda habrá un antes y un después del covid-19, se tendrán que hacer muchos ajustes en la rutina cotidiana después de pasar el estado crítico y el quedarnos encerrados en casa por más de un mes será un recuerdo que estará muy presente en nuestra vida.
Estoy segura de que todos unidos podemos ganarle a cualquiera, incluyendo a este virus que hoy tiene en jaque al planeta.
