Como si fuera ayer: sólo ellas…

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Rollo: Celia V. Franco C.
Mañana es el día de las madres y, como era lógico, dedicaré este espacio para agradecer y reconocer lo especial que son todas aquellas mujeres que nos han dado la vida y que nos acompañan sin pedir nada a cambio. Sólo ellas son capaces de amarnos tanto que se olvidan de sí mismas son las únicas dispuestas a darnos tanto sin importarles que les duela.

La verdad es que, por supuesto, a mí me tocó la mejor mamá del mundo, nunca se rajó y vaya que pasó malos ratos; me educó con valores y con un gran sentido del bien y del mal, me enseñó a ser respetuosa y a comportarme como lo hacen las princesas (claro que con el paso de los años he optado por la comodidad y en ocasiones se me olvida).

Aunque su mayor enseñanza sigue siendo la de no guardar rencor, es increíble cómo ha perdonado a todas esas personas que a lo largo de su vida le han hecho mal y sigue siendo tan feliz que uno no puede más que pedir para que cada uno de sus días sigan iguales.

No sólo perdonó infidelidades, golpes, humillaciones y chantajes, sino que además trabajó incansablemente para darme lo mejor; me enseñó a compartir. Recuerdo que para las temporadas vacacionales de mi infancia me compraba ropa para ir a la playa, pero igual a todas mis primas, dándome así el ejemplo de dar; de hacer felices a quienes amas y de poner siempre por encima de lo que uno quiere, lo que se necesita.

Con el paso de los años ha logrado romper las ataduras morales con las que la educaron y que hoy en día ya no tienen lugar en una sociedad cada vez más plural e incluyente; mi madre es, sin duda, un gran ser humano. A veces quisiera ser tan sólo la mitad de la mujer que ella es.

Gracias ‘ma’ por hacerme una mujer fuerte e independiente a pesar de ser tu única hija y que eso significara hacer mi vida a mi manera no tan cerca de ti; gracias por enseñarme a amar sin ataduras; gracias por enseñarme a ser feliz; gracias por darme tu vida; gracias por tantos años dedicada a mi; gracias tener la fuerza para sacarme adelante; muchas gracias por aceptarme como soy; gracias por tu ejemplo.

La verdad es que aunque parezca trillado uno no sabe lo que una madre es capaz de hacer hasta que se convierte en una, entonces es cuando entiendes a la tuya y le agradeces.

Pienso que todos creemos que nuestra madre es la mejor y, sin duda es así. Nnuestra mamá es única y nos la mandaron para ser nuestro ángel en la tierra, para guiarnos y amarnos, para darnos lo que nadie más está dispuesto, a ser nuestro faro, nuestra calma, nuestra conciencia.  Así que no olvide mañana, hoy y todos los días recordarle cuanto la ama.

Gracias a mi mami suegra por estar siempre pendiente de mi y por el maravilloso ser humano que educó y que hoy me acompaña; a mis abuelas (aunque una ya se adelantó) por todas sus enseñanzas, sus mimos y todo su amor.

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