Estremecedor ‘norte’ azota la Península de Yucatán (fotos)

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Un violento Frente frío No. 31 que ingresó alrededor del mediodía de ayer en Celestún causó serios daños materiales, al desplomarse una decena de postes de la CFE, dejando sin luz a este municipio costero, además de inundaciones, entre otras afectaciones.

La avenida de entrada a esta zona turística fue las más afectada, con cerca de seis postes de concreto que se quebraron como «cerillos» y hasta otros pilotes de la paraestatal que quedaron ladeados.

También el tradicional restaurant «La Palapa», que esta frente al mar, colapsó su enorme techo de paja, debido a los fuertes vientos, dejando pérdidas por miles de pesos.

Por el momento, la colonia Cartolandia, cuyo asentamiento es irregular, pues colinda con la ciénaga, se encuentra completamente inundada.

De igual forma, el Puerto de Abrigo se desbordó,  ingresando el agua en las vías que lo bordean.

Los celestunenses, cuya mayoría ni se imaginaban estos daños físicos, calificaron este fenómeno casi como huracán, incluso ahuyentó al poco turismo que en pleno domingo había arribado al puerto.

El mar inundó toda la playa de Celestún.

Sisal

El ingreso del mal tiempo también dejó pasmados a los habitantes de la comisaría hunucmense de Sisal, pues la lluvia, acompañada de vientos de entre 70 a  80 kilómetros por hora, arrojaron considerables daños materiales.

El aguacero provocó creciente en la ciénaga y algunas arterias de esta comunidad costera, donde, al igual que en otros puertos de la entidad, se vieron sorprendidos por la inesperada fuerza de la madre naturaleza este mediodía y tarde del domingo.

Como dato, la temperatura bajó bruscamente casi 10 grados en una hora, de 28 que se registraba en el termómetro minutos después de las 11 de la mañana, pasó a 18 grados a eso de la una de la tarde.

Varios árboles cayeron en Sisal.

Motul

También la ciudad de Motul sufrió las afectaciones por los fuertes vientos de esta tromba.

El improvisado coso instalado en esta ciudad se vio semidestruido por las ráfagas de viento y la lluvia, desprendiéndose parte del techo de láminas, así como el entablado.

El ruedo improvisado sufrió severos daños.

 

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