Las trabas ficticias asfixian proyectos productivos generadores de fuentes de empleo. Hace falta una reforma y valor en el Poder Judicial
En una larga película de amparos tras amparos y defensas interminables se ha convertido el caso de la granja Papo de Homún, enredo ficticio que sólo tiene como consecuencia dejar sin empleo a cientos de habitantes de esa región y, además, mantener en suspenso empresas ya establecidas que aún no funcionan por motivos similares y alejar nuevas inversiones.
Como se ha difundido ampliamente, granja Papo sostiene haber cumplido con toda la normatividad legal y ambiental, incluso con estándares internacionales definidos por la ONU. Sin embargo, intereses de grupos de presión como el equipo Indignación y el actuar poco claro que de la Justicia Federal, en este caso de la presidenta del Tribunal Colegiado en Materia Laboral y Administrativa, Julia Ramírez Alvarado mantienen en vilo la millonaria inversión en el campo.
El equipo Indignación, a raíz de que los cenoteros se inconformaron con la construcción de la granja de Homún, se ha involucrado en otras comunidades para obstaculizar o en su caso impedir el funcionamiento de empresas porcícolas o de generación de energía eólica, por citar un ejemplo.
Ahora se agrega el ingrediente de la suspicacia en el actuar de los impartidores de justicia a quienes les está pesando un lado más de la balanza por presiones de grupos extremistas.
Y es que apenas, ayer en el Senado de la República se encendió la mecha del tema del actuar en el Poder Judicial. El coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal sostuvo que hay circuitos de justicia que se han convertido en redes institucionales de corrupción, nepotismo, dictados y soluciones a modo.
Monreal presentó la semana pasada un paquete de reformas a la Constitución, con el objetivo de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aumente de 11 a 16 ministros y que sea creada una sala anticorrupción. Esta propuesta generó rechazo, a lo cual el legislador sostiene que persigue una reforma integral del Poder Judicial y que preparaba la sustitución del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
Para los empresarios locales, es peligroso que magistrados y jueces se dejen atemorizar por grupos de presión que secuestran la opinión pública.
Y la pregunta que los asalta es: ¿En Yucatán que pesa más, que son más fuertes, las leyes o los gritos?, ¿qué decide las cosas?, ¿las reglas escritas o las movilizaciones de extremistas? Lo que está pasando con el tema de la granja está mal y es peligroso, y a los jueces, al parecer, les falta valor.
Hoy por la mañana, el Tribunal Colegiado del 14 Distrito votará nuevamente sobre la resolución de un amparo de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de la granja Papo.
