En México, la pandemia por el coronavirus permitió que se incrementara de forma alarmante el número de personas que padecen ansiedad o depresión, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Dicho organismo realizó un análisis a nivel mundial del impacto que el Covid-19 ha tenido en la salud mental de la población, y en el caso de México se detectó que de marzo de 2020 a la fecha, la ansiedad que antes afectaba a un 15 por ciento de la gente, ahora lo hace a un 50 por ciento, mientras que la depresión aumentó de 3 a 27.6 por ciento.

De acuerdo con la investigación, la mayor parte de la gente que comenzó a padecer ambos malos fue por haber quedado desempleada o por experimentar alguna inseguridad financiera.

“La magnitud de la angustia mental desde el inicio de la pandemia requiere niveles sin precedentes de apoyo para la salud mental para que no produzca cicatrices permanentes”, enfatizó la OCDE.

Asimismo, se detectó que mientas la inseguridad financiera, el desempleo y el miedo aumentaron en estos meses de pandemia, factores protectores de la estabilidad mental como la conexión social, la participación laboral y educativa, el acceso al ejercicio físico y a los servicios de salud, disminuyeron.

Según el estudio, desde marzo de 2020 los problemas de salud mental han registrado “oleadas” o “picos” relacionados directamente con los “picos” de muertes por Covid-19, y periodos en los que las medidas de control de la pandemia eran más estrictas.

La OCDE llamó a seguir rastreando los impactos de la pandemia en la salud mental de las personas para comprender si regresa a la normalidad prepandémica o si la alta tasa de prevalencia se convierte en la ‘nueva normalidad’, lo que tendrá implicaciones políticas significativas.

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