Gracias a sus enormes esfuerzos un niño de 7 años salvó la vida de su padre y de su hermanita al nadar una gran distancia después de accidentarse.
Steven Poust se fue de pesca el viernes con sus hijos Chase y Abigail de 4 años. Ancló su bote en el río St. Johns, en la ciudad de Jacksonville, en el norte de Florida.
Los tres estaban dentro del agua, y la menor llevaba salvavidas, pero se soltó del bote debido a una fuerte corriente y el papá se soltó para ir a por ella, pero la corriente se los empezó a llevar.
Mientras se lanzaba por Abigail, Steven le dijo a su hijo Chase que tratara de nadar contra la corriente, a la orilla,y una vez ahí pidiera auxilio en la casa más cercana.
«Le dije a los dos que los amaba porque no estaba seguro de lo que iba a pasar», dijo el padre con la voz entrecortada.
El niño tuvo que nadar durante una hora, a veces flotando de espalda y a veces pataleando como perrito para no cansarse, hasta que llegó a la orilla y pidió ayuda en la primera casa que vio.
«La corriente iba en sentido contrario al barco y la orilla, por lo que era muy difícil nadar en esa dirección», dijo Chase.
El Departamento de Bomberos y Rescate de Jacksonville, la Oficina del Alguacil y la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida ayudaron a rescatar a esta familia.
«Grité pidiendo ayuda a todo pulmón», dijo Poust.
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