Rollo: G. Adrián
En Yucatán ocurren al día entre uno a tres delitos de abuso sexual contra menores de edad, según un estudio, de los cuales son mínimos los que se hacen públicos y un número mucho menor los que se judicializan, aseguró Reyna Faride Peña Castillo, representante de la Unidad Universitaria de Clínica e Investigación Victimológica (Univict) de la Facultad de Psicología de la UADY.
Precisó que los que corren un mayor riesgo son los menores que tiene entre cinco y 10 años de edad, y en el 80 por ciento de los casos las agresiones las sufren las niñas de parte de hombres adultos que están cercanos al entorno en el que se desenvuelven.
“Con bases nacionales y del observatorio estatal podemos decir que aquí en la región estamos en promedio entre uno y tres delitos sexuales diarios, es difícil dar cifras más precisas, pero en el análisis estadístico tenemos que es una situación generalizada que ocurre tanto en la ciudad como en zonas rurales”, indicó.
La especialista explicó que respecto a delitos sexuales, la entidad está en focos rojos porque hay una alta incidencia de estos delitos, y ante este panorama las autoridades de manera coordinada diseñan estrategias de prevención y atención a víctimas de estas agresiones.
“Es necesaria y urgente la atención a los menores de edad para que cuenten con ayuda profesional porque pueden caer en una grave depresión o atentar contra su vida, por eso la importancia de estos programas para la prevención de abusos sexuales en niños como el ‘De boca en boca, a mi cuerpo nadie lo toca’, en el cual personal capacitado visita las comunidades del interior del estado”, aseguró.
Peña Castillo dijo que la estrategia consiste en atacar el principal problema al que se enfrentan los menores la desinformación y apoyarlos para que desarrollen habilidades para que puedan detectar cuando estén en riesgo.
“Los pequeños deben entender que hay cosas que no pueden callar, aunque un adulto se los pida, como los juegos con caricias hay que explicarles que no son correctos aunque les digan que es algo normal, que conozcan que tienen riesgos latentes y la información es la principal arma para prevenir este problema”, afirmó.
