CIUDAD DE MÉXICO.- Al avanzar las investigaciones en torno a Andrés N., de 72 años, ya conocido como el Feminicida de Atizapán, surgió la sospecha que la carne de las mujeres que mataba la pudo haber vendido a sus vecinos, pues hace unos 12 años se dedicó a ser carnicero.
Con base en anotaciones y declaraciones que este mismo sujeto ha hecho ante las autoridades, se presume que desde 1994 ya mataba mujeres, y habrían sido 20, ó quizás más.
Andrés N., originario de Oaxaca, fue detenido la semana pasada cuando fue sorprendido descuartizando a la mujer que vivía con él y con quien acababa de terminar, por lo que se le encarceló, y al empezar las pesquisas en su domicilio, en Atizapán, Estado de México, las autoridades encontraron un verdadero horror.
En el patio de tierra de la vivienda se han encontrado más de 2 mil restos óseos, además de grabaciones en video en donde se ve a este sujeto despedazar a sus víctimas tras haberlas asesinado.
Nadie imaginaba nada malo de él, pues sus vecinos comentaban que parecía una persona normal, amable, respetuosa, además de que fue presidente del Consejo de Participación Ciudadana durante la pasada administración panista, y actualmente formaba parte del equipo de campaña del aspirante a alcalde por la alianza PRI-PAN-PRD.
Pero cruzando la puerta de su casa todo se convertía en un infierno. Al lado de su habitación tenía un sótano a donde llevaba a algunas de sus víctimas, a las que metía a su casa bajo engaños ofreciéndoles apoyos debido a su labor en el Consejo Ciudadano.
Gracias a una lista que se encontró escrita de su puño y letra, se supo que apuntaba los nombres de sus víctimas, su edad, dirección, y el peso de cada parte de su cuerpo luego de que las destazaba. El registro más antiguo que se encontró es de 1994, hace casi 30 años. Además, hay 19 mujeres en dicha lista.
El sujeto además grababa sus crímenes en video. Una vez asesinada su víctima, lo cual hacía con una navaja, colocaba una cámara en un tripié y se grababa cortándola en pedazos.
El individuo declaró que por el trabajo de carnicero que tuvo hace unos 12 años, ya sabía cómo cortar la carne de las mujeres, la cual presuntamente cocinó y comió.
Lo peor es que en esa época de carnicero, salía a visitar a los vecinos ofreciéndoles carne que, según él, le habían enviado de su natal Oaxaca.
Mucha gente compró y consumió la carne, y ahora se cree que pudo haber sido de sus víctimas.
