En Matamoros, Tamaulipas, un juez sentenció a 30 años de cárcel a un hombre que mató a golpes a su menor hijo en un ritual religioso, en el cual intentó “sacarle el demonio”.
En el mismo caso, la hija del agresor también terminó sentenciada, pero a diferencia de su padre, a ella sólo se le condenó a 12 años de prisión.
Ausencio “B” y Raquel Yamileth “B” fueron condenados a prisión por homicidio, pues en 2020, Ausencio y su hija asesinaron a un niño de apenas nueve años -hijo y hermano de los agresores- por «estar poseído».
Ausencio “B” terminó encontrado responsable del delito de filicidio, mientras que a su hija Raquel Yamilet “B” se le fincó la responsabilidad de homicidio simple. El niño está identificado como Nicolas “B”, de nueve años.
En 9 de abril, la pareja (padre y hermana de la víctima) en compañía de familiares del menor, lo torturaron a golpes y rezos con la finalidad de ‘sacarle un demonio’.
Aquella vez golpearon al menor debido a su fanatismo cristiano, lo que generó hematomas y daños severos en su estómago, lo que terminarían con su vida.
Al ver que el menor no reaccionaba quisieron llevarlo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero ya estaba muerto.
En las investigaciones realizadas por oficiales, se descubrió que el hombre y su hija, así como otra niña, que es menor de edad, participaron en un ritual religioso con la finalidad de “sacarle un demonio” al niño.
Vecinos dijeron a policías que durante varios días escucharon gritos, pero nunca pensaron que se trataba del pequeño que era sometido a torturas.
