Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional encontraron y aseguraron un búnker construido en hormigón y acero, que era utilizado por el crimen organizado en Reynosa, Tamaulipas. El refugio tiene 70 metros de largo por seis de ancho, y dos metros y medio de altura.
En el interior de este lugar se encontró una camioneta que estaba ya incendiada, la cual también quedó asegurada por las autoridades.
El hallazgo fue en una zona rumbo a la salida hacia Monterrey. Los militares vieron en un camino artefactos conocidos como “poncha llantas”, avanzaron más y se toparon con unos montículos de tierra que en medio del monte les hicieron bajar de sus vehículos para continuar a pie, y luego de caminar unos metros dos de los oficiales alertan sobre la existencia del búnker.
Apoyados con linternas lograron entrar y al llegar hasta el fondo observando una camioneta incendiada, así que se dio la alerta, llegaron más elementos de la Sedena y otras autoridades, procediéndose al aseguramiento del lugar, que presuntamente era propiedad del Cártel del Golfo (con información de Excélsior).
