Pasaron menos de 24 horas para que un hombre en Guanajuato muriera luego de haber sido mordido por una araña violinista, lo cual ocurrió mientras el señor dormía en su casa en el municipio de Salvatierra.
De acuerdo con estadísticas, sólo una de cada 10 personas sobrevive a la picadura de este arácnido.
Los hijos del señor publicaron el caso a través de redes sociales, tratando de hacer conciencia entre las personas para estar atentos ante cualquier picadura que reciban de este tipo de animales.
“Amigos, quiero platicarles que fue lo que pasó con mi papá, porque son cosas a los que todos estamos expuestos y no me gustaría que esto le pasara a nadie. Mi papá falleció a causa de una mordedura de araña, no fue cualquier araña, fue la araña violinista, lo mordió en la mano durante la madrugada del jueves y no le dio importancia ya que en ocasiones anteriores había sufrido algunas mordeduras sin ocasionarle molestias, al igual que con los alacranes ya que no le hacían daño”, se publicó en redes sociales.
Las autoridades de salud de ese municipio dieron a conocer que es el primer caso registrado en esa localidad.
La familia del fallecido, quien tenía 40 años de edad, explicó que éste sintió la mordedura por la madrugada, hace unos días, pero no dio importancia y siguió durmiendo. Sin embargo, a la mañana siguiente tenía hinchados la mano y el antebrazo, estaban amoratados, y tenía fuertes ampollas.
Cuando llegó al área de urgencias de un hospital no supo explicar qué le había ocurrido, por lo que se le realizaron estudios y se detectó que tenía veneno de araña violinista, que se había extendido a todo su cuerpo.
A pesar de que fue internado de urgencias, falleció por daños en riñones, pulmones y corazón, a causa de esta peligrosa picadura.
Araña violinista en Yucatán
En la zona de la Península yucateca, también existe una variedad de la araña violinista, del subgénero Loxosceles yucatana, que también representa peligro.
Se trata de una especie de talla chica, llegando a alcanzar apenas 3 centímetros contando las patas, y se oculta en lugares como detrás de paredes, maderas o cuadros. Suele esconderse debajo de piedras o en grietas.
Su veneno es igual al de otras de su especie Loxosceles, y se le considera de importancia médica, es decir, su mordedura puede llegar a representar un riesgo grave a la salud y requiere atención especializada.
