Diego Santoy Riveroll, el joven sentenciado en 2006 por el homicidio de 2 hermanos de 7 y 3 años de edad que conmocionó al país en el 2006, accede de buena gana a dar una entrevista en el Penal de Cadereyta.
El llamado ‘Asesino de cumbres’ es uno más de los mil 841 internos con los que cuenta este centro penitenciario, pero su «fama» es evidente.
Pone una sola condición: que su rostro no aparezca frente a las càmaras.
Crímenes escalofriantes
La madrugada del 2 de marzo de 2006, Diego irrumpió en la casa de su novia Erika Peña Coss con la intención de evitar que ella terminara su relación, pero ella lo rechazó y entonces él trató de degollarla y mató a sus dos hermanitos con un arma blanca y la cuerda de un cortinero.
Por si fuera poco secuestró durante varios días a una empleada doméstica de la casa de Erika. Finalmente fue capturado en Oaxaca, cuatro días después de los homicidios.
Diego habla sobre su estadía en prisión
«Esto no deja de ser una enseñanza, es parte, es como si fuera una escuela, aquí aprendes mucho. El valorar lo que realmente importa, porque estas afuera y das por hecho que lo que tienes te lo mereces, y a veces no es así».
¿Qué esperas que la sociedad haga contigo cuando salgas?
Pues simplemente ignorarme, no espero nada bueno ni nada malo, nada màs simplemente el día en que yo salga de aquì, haya cumplido con una condena y seguir con mi vida, nada más»
La vida actual
Las nuevas autoridades del Penal definen a Diego como un buen muchacho que no se mete en problemas. Detrás de los lentes de pasta negros que ahora porta, hay un rostro más redondo que el mostrado la década pasada, cuando su caso se convirtió en un show mediático.
Poco queda de aquel joven veinteañero, que hoy asegura ver la vida desde otra perspectiva, ya con una esposa y un hijo, a quienes no ve como él quisiera, según dice.
Trabaja en uno de los 11 talleres, es serio pero amable en sus respuestas, y tiene en claro que el mundo que lo espera afuera es muy distinto al que dejó en el 2006.
¿Piensas quedarte en Monterrey?
«No es la idea»
Durante el motín del 2017 que dejó decenas de muertos, Diego, al igual que muchos internos más, fue severamente golpeado. A la distancia, reconoce que pensó que ya no la contarìa.
Afirma que la dinámica del Penal es similar a la de la vida afuera de los muros de 8 metros de altura, y todo depende de la actitud que muestres.
Por increíble que parezca, reconoce en la entrevista que si ve las noticias, y eso le permite tener una noción del Monterrey actual.
Larguísima condena
Hace unos años, Diego consiguió una reducciòn de su sentencia, de 138 a 71 años. No obstante, de acuerdo a la ley, no puede purgar màs de 40 años en prisión.
Aunque todavía falta mucho tiempo, el hombre que en algún momento fue conocido como «El Asesino de Cumbres», ya tiene muy claro lo que hará.
«(Saldré) pues a empezarla otra vez, no continuar (mi vida), la dejé completamente estancada, sin terminar de estudiar ni nada, entonces es realmente salir y empezar a hacer una vida».
(Con información de telediario.mx/Foto: @elnacionalred)
