Estudiante de 18 años, el pasajero asesinado en peligroso asalto

InicioAlerta RojaEstudiante de 18 años, el pasajero asesinado en peligroso asalto

Gabriel Ramos es el nombre del muchacho que la noche del 19 de marzo falleció tras recibir dos disparos por parte de asaltantes que abordaron la camioneta de transporte donde él viajaba, en el municipio de La Paz en el Estado de México.

Tenía apenas 18 años de edad y sus familiares y amigos lo despidieron en un servicio en donde sus padres hablaron de él ante los medios de comunicación, diciendo que era un muchacho muy alegre.

Ayer publicamos de este nuevo caso de asalto al transporte de pasajeros en el Estado de México. Tres asaltantes que iban como simples viajeros, a medio camino se levantaron y empezaron a amagar a las demás personas para que entregaran celulares y dinero.

De la parte trasera, un hombre se levantó y forcejeó con uno de los delincuentes, pero otro de ellos le disparó. Al forcejear luego otra vez, recibió un segundo disparo, lo mismo que otro pasajero.

El chofer de la camioneta de transporte no se detuvo, así que los criminales tuvieron que arrojarse. Uno de ellos murió al caer al pavimento, otro se lanzó y fue atropellado, perdiendo la vida también, y el tercero fue detenido.

El conductor de la unidad luego llevó a los dos lesionados a un hospital, pero Gabriel Ramos falleció por las lesiones sufridas.

Sus familiares y amigos lo despidieron, y sus padres se sorprendieron de la gran cantidad de gente que acudió a manifestar el dolor por su partida.

“Era un muchacho muy alegre, muy lindo mi hijo. Cuidaba a su madre que era su ángel”, explicó el señor Eduardo Ramos, padre de Gabriel.

Dijo que era aficionado al futbol, jugaba los fines de semana con sus amigos como portero o delantero, y era gran aficionado del Toluca. Su más grande sueño era titularse de la escuela como licenciado en informática y que sus padres no tuvieran que trabajar nunca más.

“Yo me quedé impresionado en su muerte, porque tantísimos amigos llegaron. Gritaban que por qué se había ido”, manifestó el papá del muchacho.

Parte de su dolor radica en que “despierta uno y ya no va a ver ese chico que se iba temprano; me tocaba la puerta ‘papá, ya me voy’, ‘cuidado, hijo’”.

También te puede interesar:

- Publicidad -

LO MÁS LEÍDO