Qué tiene más mérito? ¿Ser el entrenador más joven en la historia de la NFL en llegar a un Super Bowl con 33 años o jugar tu noveno Súper Tazón a los 41 años con la misma franquicia de toda la vida?
Eso se pondrá a prueba el próximo domingo 3 de febrero cuando el «niño» head coach de Los Angeles Rams, Sean McVay, enfrente al que probablemente es el mejor mariscal de campo de la historia, el veterano de 41 años llamado Tom Brady con los New England Patriots.
El pasado de Sean McVay no presenta a un ilustre personaje a nivel colegial y mucho menos en la NFL, donde ni siquiera jugó. Con raíces en la preparatoria de Georgia, el estado donde justamente en el primer domingo de febrero buscará ganar el Super Bowl, McVay tuvo como uno de sus máximos impulsores a Jon Gruden, actual head coach de los Oakland Raiders.
El apodado Chucky contrató al muy joven McVay (22 años) como entrenador asistentes en los Tampa Bay Buccaneers en 2008. La experiencia fue efímero porque al año siguiente se fue a la United Football League, pero la NFL tocó nuevamente a su puerta.
Entrenador de alas cerradas (2010-203) y coordinador ofensivo (2014-2016) fueron los puestos que desempeñó con los Washington Redskins.
La gran oportunidad de su vida le llegó con 30 años. A doce días de cumplir 31 primaveras en el 2017, Sean McVay fue anunciado como nuevo head coach de Los Angeles Rams, equipo en reconstrucción tras la era de Jeff Fisher, quien en 5 años no tuvo siquiera una temporada ganadora.
En su primer año al mando de los Carneros, el «chamaco» fue elegido el Coach del Año en la NFL gracias a su récord de 11-5 y aparición en los Playoffs. Ahora, está a unos días de enfrentar a la máxima dinastía del futbol americano en el siglo XXI, los New England Patriots, y aunque los pronósticos ponen L.A. como no favoritos, si alguien ha sabido romper esquemas es Sean McVay.
(Info: mediotiempo/Foto: usatoday.com)
