Ya antes, en vida, Leonel “El Coronel” Aldama tenía un nicho especial en el Parque Kukulcán dentro de los inmortales peloteros de los Leones de Yucatán, cuyos números han sido retirados, y a partir de ahora también quedó para siempre dentro del campo de juego, al ser esparcidas parte de sus cenizas, tal y como él lo quiso.
“Un caballero dentro y fuera del terreno de juego, un auténtico diamante fuera del diamante”, así se refirió el Pbro. Lorenzo Mex Jiménez, capellán del equipo, durante la misa que celebró ayer en la mañana en la terraza central del estadio, a la que acudieron hijos del icónico cubano-yucateco, Leonor y Leonel, familiares, amigos, integrantes de la directiva selvática y medios de comunicación.
El padre Mex recordó que “El Coronel” Aldama siempre se le recordara por ser una persona que llamaba la atención por su bondad y conocimiento, que hizo mucho por el béisbol, en especial hacia sus amados Leones.
En el improvisado altar se colocó una imagen de Aldama Rossel, que resaltaba entre varios arreglos florales y en la zona de los números retirados del estadio había un moño negro sobre su histórico número 29.
Posterior a la ceremonia eucarística, tal y como él mismo se lo pidió a sus hijos, parte de sus cenizas fueron esparcidas en una parte del pentágono y en el cajón de coach de primera, luego de que su familia recorrió las cuatro bases.
Emotivo, Leonel manifestó el gesto del club selvático para haber cumplido orgullosamente toda su familia la voluntad de su padre para quien los Leones fueron parte importante de su vida.
