Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Oficialmente, no han sido identificados los cuerpos de las personas que en menos de 24 horas fueron asesinadas en Mérida, tanto la que fue ultimada en un hotel del Centro y el del velador de la privada residencial Tamarindos, en Temozón Norte.

La Fiscalía General del Estado dio a conocer que hasta esta noche no había sido reconocido el cuerpo del hombre, de alrededor de 45 años de edad, ultimado en la habitación número 10 de un hotel de paso en la calle 54 entre 53 y 55 del Centro, tal como conformamos en la edición de hoy.

Aunque la Policía Municipal de Mérida detuvo al supuesto homicida (J.E.H.R.), éste a las pocas horas recuperó su libertad, al no ser puesto a disposición del Ministerio Público por supuestas violaciones a sus derechos humanos, pues no fue aprehendido en flagrancia.

Esto porque una persona lo señaló y se le detuvo en otra parte, violentándose el principio de inmediatez, que deja en estado de indefensión a las víctimas y ocasiona impunidad, gracias al Nuevo Sistema de Justicia Penal.

La causa de la muerte fue asfixia por estrangulamiento y el cadáver presentaba golpes y excoriaciones en varias partes del cuerpo, que son de tipo defensivo. En las manos tenía unas marcas de forcejeo.

Se espera que se solicite una orden de aprehensión en su contra, aunque puede ser que a estas horas ya se hubiera amparado.

Velador asesinado

Por otra parte, en el caso del homicidio del velador del residencial Tamarindos, también permanece en calidad de desconocido, aunque era trabajador del lugar.

Cabe mencionar que esta privada cuenta con videovigilancia por todos lados y aunque ya se sabe el nombre del difunto, no se quiere dar a conocer para supuestamente no entorpecer las investigaciones.

Lo que es un hecho que el motivo de este crimen no fue el robo, sino, al parecer, una riña al calor del alcohol, por los restos encontrados en los alrededores.

Esto hace suponer que el ahora occiso estaba conviviendo con su victimario y surgió una discusión.

La causa de muerte fue certificada como traumatismo craneofacial, pues la machacaron el rostro y cabeza con una piedra.

De este asunto, la Policía Estatal de Investigación se abstuvo de proporcionar información, y sólo se limitó a confirmar el hecho.