José Salazar/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- En un caso más de falta de cuidado en la atención o queja por la falta de esta entre otros en los que se ha visto involucrado el Hospital Star Médica, Santiago Sosa Cerón y Mónica Ávila Rodríguez, padres de Fabrizio, menor de un año de edad quien falleció el pasado 19 de agosto en ese lugar bajo el diagnóstico de choque séptico y gastroenteritis, denunciaron la presunta negligencia de los médicos Wilhem Cerón Grajales y Francisco González Martínez en la atención a su vástago.
En conferencia de prensa realizada en el parque Tabentha de Altabrisa, Mónica narró los hechos que concluyeron con la muerte de su hijo quien ingresó al mencionado hospital el 17 de agosto para una cirugía ambulatoria denominada criptorquidia izquierda (para hacer descender un testículo).
La madre de Fabrizio denunció la falta de cuidado en la atención al menor por parte de los médicos y del personal de enfermería del hospital quienes “se portaron irrespetuosos ante el dolor que sufrimos por la pérdida de nuestro hijo e incluso nos dijeron que la bacteria la trajo de nuestra casa”, indicó.
Se buscó la versión del director del nosocomio, Hugo Boehm Rivero quien inicialmente dijo que atendería los medios de comunicación, pero al cabo de media hora decidió no salir de su oficina y envió al personal de seguridad a bloquear el acceso a la misma.
El reportero también buscó entrevistar al cirujano pediatra Wilhem Cerón, en el consultorio 903 sin embargo su asistente comentó “que estaba muy ocupado con muchas consultas” y luego de unos minutos indicó que “el doctor entró a quirófano a una cirugía de emergencia”. Tampoco se pudo localizar en el hospital al doctor Francisco González.
De acuerdo con lo que expuso Mónica, testimonio que difundió desde hace unos días en redes sociales, su hijo era un niño sano y eso lo demuestran los análisis preoperatorios que le hicieron un día antes de su ingreso al hospital
“Lo operaron el jueves 17 de agosto a las 9:30 horas y duró alrededor de hora y media. Todo iba bien hasta que alrededor de las 18 horas Fabrizio lloraba mucho y solo quería estar en brazos. El médico dijo que era normal pero a las 23:30 horas tenía 38 grados de temperatura, los labios morados y vomitaba. El pediatra Francisco González dio a la enfermera indicaciones de que le diera un supositorio y un jarabe. Esto no funcionó ya que al día siguiente tenía el abdomen distendido y el vientre morado, fue cuando el doctor nos dijo que había contraído una bacteria en nuestra casa y ordenó le pasaran vía intravenosa tres medicamentos que tampoco resultaron porque sus intestinos se inflamaron y tenía líquido en el vientre, al drenarlo era de color café oscuro y más adelante se volvió de color verde”, expresó con la voz entrecortada por momentos.
Santiago Cerón continuó comentando que su bebé se arrancó el catéter y se quedó sin medicamento y en ayunas por más de 48 horas ya que el personal de enfermería le dijo que “tenía que poner el catéter una enfermera pediátrica”, la cual nunca llegó. La jefa de enfermeras agregó, dio la orden de no ponerle más suero al niño.
Desesperada, la madre de Fabrizio bajó con el pequeño en brazos a la recepción, de lo cual hay registro en las cámaras del Hospital. Luego de diez minutos llegó el cirujano con 4 enfermeras y lo llevaron a terapia intensiva donde luego de dos horas y después de ir y venir de médicos y enfermeras, le informaron que había fallecido porque le habían dado dos paros cardíacos y una infección generalizada (Sepsis)
La muerte del niño tuvo un efecto colateral: la señora Alicia Cerón, abuela paterna del menor, falleció por derrame cerebral que sufrió luego de dirigir unas palabras de consolación a sus familiares.