Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Hasta la borrachera se le bajó a un sujeto que, por conducir en estado de ebriedad, terminó volcado en la hondonada central del Anillo Periférico de Mérida, a la altura del kilómetro 4. Por suerte, él y su doña solo se llevaron una buena zarandeada y una que otra cortada de los cristales que se rompieron por la voltereta del auto.
Se averiguó que alrededor de las siete de la mañana de ayer, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) recibieron el llamado de unos ciudadanos que reportaron un carro volcado en la hondonada central del Periférico meridano.
En pocos minutos agentes llegaron al lugar, donde constataron que el conductor había ingerido bebidas embriagantes y que el nivel de alcohol en su sangre excedía el permitido por la ley, o sea estaba hasta las manitas de borracho.
El chavo y su acompañante iban en su Aveo con placas YYA219A, sobre la avenida que da la vuelta a la ciudad capital, el problema fue que le pesaba la pata, así que conducía a exceso de velocidad y como sus reflejos no estaban al cien por el alcohol ingerido, perdió el control de su nave, se salió de la vía y al caer a la hondonada volcó sobre su costado derecho. Su alocada carrera solo se detuvo porque se aporreó contra un árbol.
Como pudieron, los dos pasajeros salieron por la puerta trasera, la de la cajuela; en eso llegaron los polis y más tarde su aseguradora. Una vez que se calmaron el chavo volvió a entrar por el mismo lugar por la que salieron, pero para buscar sus chanclas y su bultito de “vaspapu”.