Redacción/De Peso
PETO, Yucatán.- Carlos Cristóbal L. M., de 18 años, no se aguantó las ganas y empezó a quemar yerba verde en las calles de esta villa mientras vendía rambután.
Los vecinos llamaron a la policía, que lo canalizó a la comandancia para pasar unas cuantas horas en una celda.
Alrededor de las 11 de la mañana, vecinos llamaron a la comandancia para decir que unos jovencitos le daban duro a la fumadera de “yerba tronadora” en la calle 29 entre 28 y 30 del pleno centro.
Al llegar los uniformados vieron a dos chamacos que se pusieron muy nerviosos. Al hacer la revisión de rutina, uno de ellos traía una bolsita de cannabis y media zanahoria (así como lo lee), media zanahoria embutida con yerba, una clásica pipa artesanal.
El chavo intoxicado respondió al nombre de Carlos, originario de Palenque, Chiapas, que había llegado a esta villa para ofrecer el fruto exótico llamado rambután.
El joven, con todo y mercancía, fue canalizado a la comandancia por portación y consumo de cannabis en la vía pública y será el jurídico que determine su situación por infringir la ley.